Tuesday, December 23, 2008

Momentos para Recordar, #3

La mejor temporada del año definitivamente se vuelve mejor aún viendo buen cine.


Películas con temas navideños o ambientadas durante la época se han hecho por montones, pero estas son algunas de nuestras favoritas con nuestros respectivos momentos favoritos:

Vincente Minnelli, sin duda uno de los mejores y más representativos directores de toda la historia del cine norteamericano, comenzó su amor platónico por Judy Garland cuando la dirigió en esta obra maestra.

Acusado por muchos de ser un simple estilista de la pantalla obsesionado por la belleza sin sustancia, en los últimos años su obra ha sido revalorada y evaluada en su justa dimensión. Siempre debemos agradecer a los críticos franceses por corregir errores pasados como ese.

Junto a Singin' in the Rain y The Band Wagon, Meet Me in St. Louis quizás sea la mejor representante del "Musical MGM", un género por mérito propio del que Minnelli se convirtió en alumno aventajado y representante por excelencia.

Su status de clásico estriba principalmente en la forma en que Minnelli supo capturar detrás de los oropeles y excesos visuales que lo caracterizaban, ese sentimiento de tradicionalismo familiar norteamericano, exacerbado por el reciente cambio de siglo que prometía traer consigo un modernismo que amenzaba con destruir ese cimiento tan importante.

Aquí seguimos a la familia Smith en su camino hacia la navidad de 1903, el cual incluye los amores y desiluciones de sus hijas, y el reto más importante al que se deberán enfrentar: su posible desintegración al mudarse de St. Louis a New York.

No creemos que exista ningún otro momento en el cine que represente la Navidad mejor que tener a Judy Garland cantando Have Yourself a Merry Little Christmas, la mejor canción sobre la época jamás escrita. Aunque interpretada por algunas de nuestras voces favoritas como Karen Carpenter o Nat King Cole, la versión original de Garland no tiene igual.

Un momento mágico que nos estremece cada vez que lo volvemos a ver. ESTO es la Navidad:





El clásico de Halloween/Navideño de Tim Burton ha adquirido con los años status de culto, gracias al inmeso apoyo de los [como se les llama aquí en España] "frikis" que frecuentan santuarios como Hot Topic o conciertos de banditas Emo, y que se identifican con las "almas torturadas e incomprendidas" de Jack y Sally. Por favor.

Jack, el Rey de Halloween Town, harto de la rutina de todos los años, se aventura a averiguar qué hay más allá del status quo. Lo que encuentra es el fascinante mundo de Christmas Town, y emular ese mundo tan diferente al suyo se convertirá en su obsesión.

En esta escena se pone de manifiesto la maestría de Danny Elfman como letrista-compositor-cantante, en la que Jack Skellington, recién llegado de Christmas Town, hace su mejor esfuerzo por explicarle a los habitantes de Halloween Town sobre las maravillas del nuevo mundo que acaba de descubrir.

Macabra, deliciosamente macabra, pero con una dosis de ternura que Burton no volvería a explorar hasta Big Fish.





Aquí no es mucho lo que hay que abundar, pero sí agregar que, sorpresivamente, una película que ya parecía disecada, evaluada y analizada a morir en todos los sentidos, en los últimos meses ha adquirido una dimensión aún mayor de la que ya gozaba luego de los recientes escándalos bancarios. ¿Será posible que existan banqueros que como George Bailey se sacrifiquen por el bien mayor?

Sí, sentimental y manipuladora, Frank Capra no lo puede evitar, pero detrás de esa fachada de de optimismo casi ciego, se oculta [intencional o no, pero me inclino por la segunda opción] un lado muy oscuro y derrotista: personajes miserables y con tendencias suicidas, familias desunidas, un hombre amargado que casi asesina a un niño, pero sobre todo, tener las agallas de mostrar en plena post-guerra un hogar casi destruído por un hombre que ODIA [¡¡!!] a su familia y en lo que se ha convertido su vida.

Es un final feliz muy ambigüo - George Bailey habrá descubierto que el mundo es un lugar mejor por su presencia en él, pero, visto en blanco y negro, no deja de ser un hombre mediocre, fracasado, que ha visto pasar los mejores años de su vida y abandonado sus sueños por un existencia conformista, el ideal de la fantasía Capra-ezca.

A pesar de eso, nada se compara con este momento. Un milagro captado en celuloide. Saquen los pañuelos:





La segunda de Burton, y eso que no incluí a Batman Returns, que sí tiene lugar durante Navidad.

La presente no, pero la majestuosa música de Danny Elfman de celeste y coro infantil ya se ha convertido en un cliché Navideño, y de sólo escucharla desde los mismos créditos, nos sentimos transportados a la época.

Qué final:





La película no fue la gran cosa ni cuando se lanzó, ni ahora, 66 años después. Es más, es insoportablemente ñoña, pero por el hecho de contener este momento tan mágico, donde por primera vez se escuchó White Christmas en voz de Bing Crosby, merece estar en cualquier lista:





Debería odiar esta película, pero no puedo. Lo peor es que se ha convertido en una especie de nuevo clásico de la época.

Esta es el prototipo de comedia romántica inconsecuente que se hace con el objetivo expreso de ser vista luego de un arduo día de compras navideñas. El resultado termina siendo un sentimiento de calidez y pseudo-entusiasmo pascuero, que generalmente degenera en querer seguir comprando.

Sin ánimo de ofender ni hacer generalizaciones injustas, si fueras a preguntarle a tus amigas cuáles son sus películas favoritas, seguro que el 85% de ellas contestará The Holiday, The Notebook o la presente.

Llena de clichés, personajes unidimensionales, y cursi a más no poder, sobre todo esta escena, porque nada grita NAVIDAD como un amor no correspondido. No nos podemos resistir a ella:





Al igual que Meet Me in St. Louis, la mayor virtud de A Christmas Story es retratar con realismo y sinceridad, pero con el tinte rosa de los recuerdos, una época pasada tan ingenua y distante que pareciera no haber existido nunca. Como It's a Wonderful Life, fue un fracaso enorme cuando se estrenó, pero el tiempo, el mejor crítico que existe, junto a los tradicionales maratones de 24 horas que TNT realiza todos los años el día de Navidad, la han colocado como la película navideña "gringa" por excelencia.

Este es mi [y creo que el de todos] momento favorito:





Esta es la definición misma de la manida frase "Clásico Instantáneo".

Muchos actores sueñan con la oportunidad de contar con un personaje icónico, por el que sean recordados para siempre.

Billy Bob Thorton no se conformó con Sling Blade:





Cuando se habla de pioneros de la animación, por alguna razón, el nombre de Chuck Jones no se menciona tanto como se debería.

Si bien es cierto que por el tiempo limitado con el que contaba para realizar sus proyectos cuando era la cabeza del área de animación de la Warner, sus trabajos no contaban con el terminado perfecto de los de Disney. Pero no es menos cierto que su estilo de dibujo, su gusto por la narrativa slapstick, y sobre todo por ser el padre de personajes como Bugs Bunny, su aporte a la animación como arte es importantísimo. Tan importante como el de el mismo Walt Disney.

Para 1966, Jones ya tenía en su haber decenas de aclamados cortos de los Looney Tunes, lo que dió la confianza al renuente Dr. Seuss de poner en manos de Jones su mayor tesoro. El resultado es otro tesoro, una historia que para muchos será muy norteamericana, pero con un mensaje universal y perenne:





  • Elf [Jon Favreau, 2003]
Durante el pico de su popularidad, cuando todavía era gracioso y no una figura gastada e insportable, Will Ferrell hizo su mejor película. Este no es precisamente un stretch actoral para él [Ferrell y Buddy son prácticamente la misma persona] pero desde sus imitaciones en Saturday Night Live, la persona de Will Ferrell nunca había sido tan bien aprovechada.

Crédito también a Jon Favreau por crear una cinta que se ve y siente tan clásica y tradicionalista [en el buen sentido de la palabra] en su realización, que por momentos creemos estar viendo una comedia de estudio de los años 40.

Por este momento, nuestro favorito de toda la película, en el que emula a Judy Garland cantando otra de las mejores canciones de la época -Baby, It's Cold Outside- , casi perdonamos a Zooey Deschanel por hacer el ridículo este año en The Happening.





Y esta porque sí.

Esta película nada tiene que ver con Navidad, pero es uno de mis mayores guilty pleasures, y esta es la excusa perfecta para compartir esta escena que me encanta:




¡Feliz Navidad a todos!

Monday, December 22, 2008

Comienzan las Listas

Poppy.png

O mejor dicho, comenzaron ya hace rato, pero el día de hoy, finalmente habló mi autoridad.

Manohla Dargis, mi crítica de cine favorita, a quien vengo siguiendo desde que trabajara para el Los Angeles Times y ahora como co-colaboradora de la sección de cine del The New York Times, publicó su lista de lo mejor del 2008.

Como siempre, con la boca llena de razón, Dargis argumenta:

"But selling movies isn’t the job of the reviewer, which is something I wish some of my colleagues would remember whenever they start moaning about how critics don’t have power anymore. As if making (or breaking) movies were part of the gig. It isn’t, and never should have been."

También me fascina esta frase que incluye dentro de su reseña del año, contrastando el estado del cine con la situación económica mundial, tema que parece colarse de forma ineludible en todos los ámbitos:

"At the risk of sounding stoned on hope, I offer the following heresy: The movies are fine. Sometimes they’re great; occasionally they’re magnificent."

AMÉN.


Encabezando el conteo, la extraordinaria Happy-Go-Lucky de Mike Leigh. Centrada en la actuación de Sally Hawkins como la irresistible "Poppy", que con sobradas razones se ha convertido en una de las apuestas más seguras para la próxima entrega del Oscar. Presente también Luz Silenciosa , la que no dudamos termine siendo nuestra número 1 del año.

También nos encontramos con dos de las entradas más comentadas del pasado Festival de Cannes, Synecdoche, NY y Wendy and Lucy, de las que Dargis se ha vuelto su principal defensora y promotora.

De Synecdoche, NY dice:

"A grievously underloved film about life and death and every agonized and beautiful thing in between, including art and the scratch-scratch of those who are trying to leave their marks on the world."

La lista:

1. Happy-Go-Lucky
2. Synecdoche, New York
3. Alexandra
4. Flight of the Red Balloon
5. Silent Light
6. Paranoid Park
7. The Dark Knight
8. Encounters at the End of the World
9. Still Life
10. Wendy and Lucy


Menciones honorables:

"Momma’s Man,” “Reprise,” “Ballast,” “The Class,” “Boarding Gate,” “A Christmas Tale,” “The Duchess of Langeais,” “Gran Torino,” “Harvard Beats Yale 29-29,” “My Winnipeg,” “The Last Mistress,” “The Order of Myths,” “Trouble the Water,” “Frownland,” “Patti Smith: Dream of Life,” “Mad Detective,” “Vicky Cristina Barcelona,” “Che” y “Wall-E”.


Esperen la nuestra dentro de poco.

Dentro de un rato salimos a ver Changeling, la cual se estrenó aquí en España el pasado viernes. Esperen también nuestros comentarios sobre ella en breve.

Friday, December 12, 2008

Quantum of Solace [Marc Forster, 2008]

Quantum of Solace.png

Nuestra devoción por James Bond no es de ahora.

License to Kill es una de las primeras películas que recordamos vívidamente haber visto en el cine. Teníamos 7 años, y ese es uno de los veranos más memorables que podamos recordar: nuestra primera película de Bond, la inescapable Batimanía [¿se acuerdan de los álbumes de postalistas en fundita negra con el batilogo?] y la esperadísima Batman de Tim Burton, Indiana Jones y la Última Cruzada y Los Cazafantasmas II.

La impresión que me dejaron Bond y Timothy Dalton todavía las recuerdo como ese primer día en el Cine Triple del Malecón. Mientras los otros carajitos deliraban con Batman, yo no me podía sacar de la cabeza al espía buscando venganza por la muerte de su amigo.

Ahora, casi 20 años después, el Bond que más se parece a Dalton también regresa buscando venganza.

Debatiendo con un amigo sobre quién era el mejor Bond, me decía que [como casi todo en la vida], el mejor es el que primero se conoce. En mi caso tenía razón, para mí Timothy Dalton era Bond hasta que años más tarde ví a Sean Connery en From Russia With Love, el arquetipo al que siempre consideré debían aspirar todas las películas de la serie y nunca llegaban. Eso hasta que apareció Casino Royale.

Aunque son reconocidas por seguir ciertos patrones -locaciones exóticas, gadgets, un héroe que nunca se despeina y mujeres bellas que aparecen y desaparecen con la misma facilidad que con la que el héroe se las lleva a la cama- las películas de Bond siempre han carecido de una identidad visual y temática que las destaque, ya sea vistas individualmente o la saga completa en conjunto. Eso generalmente sucede en los casos en los que los directores actúan como simples funcionarios de encargo bajo las órdenes de un férreo productor, en este caso Albert "Cubby" Broccoli en un principio, y ahora su heredera Barbara Broccoli. Como Hitchcock cuando llegó a Estados Unidos a trabajar con Selznick, aquí el productor es el que tiene no la última, sino la única palabra.

Cuando Quentin Tarantino se ofreció públicamente a darle un giro a la saga de Bond [luego de su entrega más nefasta en Die Another Die] haciendo un remake de Casino Royale fiel a la novela de Ian Fleming, el recién despedido Pierce Brosnan se burlaba diciendo que Barbara Broccoli jamás otorgaría a Tarantino todo el poder que éste demandaría sobre la producción, pero sobre todo, que no permitiría cambiar el modelo de Bond que su padre había dejado establecido.

Pero sucedió.

Como la misma Broccoli ha admitido, luego de llegar al extremo de tener a Bond manejando un auto invisible, la única forma de seguir con el personaje era regresándolo a sus principios, lejos de la ineludible imagen campy que le había dejado las películas protagonizadas por Roger Moore y que Mike Myers se dió gusto parodiando en sus Austin Powers.

Para logralo, Broccoli buscó a Martin Campbell, el único director reciente de la saga que, como Terrence Young en From Russia With Love y Thunderball, sin ser gran cosa como director, había ido más allá de hacer simplemente "otra" película de Bond y le había imprimido un sello especial. Si bien Campbell logró con éxito en Goldeneye introducir a Pierce Brosnan como el nuevo Bond post-cortina de hierro a toda una nueva generación, nada nos tenía preparados para lo que lograría con Casino Royale.

En Casino Royale no se trataba de hacer otro rutinario show de acción, sino lograr que [como le llamara M en Goldeneye] un "dinosaurio misógino, una reliquia de la Guerra Fría" pudiera competir en una era en la que las peleas no se ganan con gadgets ni carisma irresistible, sino mano a mano en el campo de batalla. Una era en la que Jason Bourne se le adelanta y demuestra que el que gana no es el más fuerte, sino el más informado. El Bond de Daniel Craig es tan rudo, tan irascible y tosco como Timothy Dalton en License to Kill, sin atisbo del desparpajo sarcástico y hasta algo afeminado de Roger Moore, pero con el encanto de Sean Connery.

Aquel cambio fue bienvenido por todos, menos por los fanáticos más conservadores que decían que este simplemente no era Bond. Se convirtió en la más taquillera de toda la serie y en una de las películas con mejor respaldo de la crítica en el 2006. El resultado fue una cinta que llegaría a llamar casi extraordinaria en forma y fondo, que trasciende su saga y su género para convertirse en obra de referencia del cine de acción contemporáneo. Acción trepidante, pero con propósito y consecuencias, con personajes que nos importan, enfrentándose a situaciones en las que creemos que lo que está en juego verdaderamente importa.

Quantum of Solace quedó con el camino preparado para convertirse en el The Empire Strikes Back del A New Hope que representó Casino Royale - la secuela que expande sobre los temas dejados por la primera, superándolos incluso, pero algo salió terriblemente mal.

Contratar a un director como Marc Forster que ha demostrado su mediocridad como realizador en todo lo que ha hecho, y que encima no tiene idea de cómo dirigir ni editar cohesivamente la más elemental de las escenas de acción, fue el primer error. Un guión que reprobaría hasta el más sencillo curso de Screenwriting 101 es el segundo.

El tercero sería que afincando a Bond en un "mundo más real" en el que no tienen lugar las fantasías de un megalómano obseso por el oro como Auric Goldfinger, o un villano que puede hasta romper un auto a mordidas como Jaws de The Spy Who Loved Me, lo han despojado de su valor agregado y lo han convertido en un héroe acción más del montón. Bond ya no es punta de lanza, sino un simple imitador de Jason Bourne, que ha olvidado [o todavía no ha aprendido] a reírse de sí mismo.

Los stakes en esta ocasión son menos trascendentales que nunca. Una diabólica organización comandada por el villano más aburrido y menos temible [Mathieu Amalric de Le Scaphandre et Le Papillon, más parecido que nunca a Roman Polanski] que se puedan imaginar desea dejar a un país sin agua... ¿Qué emoción puede provocarse en un espectador ansioso de acción y adrenalina cuando lo que está en juego es de tan poco interés? Habrá funcionado en Chinatown , ¿pero en una película de Bond?

Los realizadores indudablemente pensaron que nuestra conexión como audiencia con lo sucedido en Casino Royale sería suficiente para elevar una aventura tan blasé. Como se asume que lo único que calmará el dolor que Bond esconde tras su fachada ruda es encontrar a los responsables detrás de la traición que lo dejó herido, los escritores han martillado a la fuerza una historia de venganza paralela tan mal desarrollada, mal actuada por la bellísima Olga Kurylenko y poco interesante com el resto. Es como si ni siquiera estaban interesados en crear una película individual, o incluso una continuación natural de su predecesora, sino una especie de epílogo extendido mientras llega la parte interesante.

Las elecciones visuales de Forster y su deseo de transmitir su "sensibilidad arthouse" a un blockbuster, como esa de transportar a un Bond internamente desolado al desierto más árido del mundo, son tan obvias y risibles como sus caóticas escenas de acción que pretenden homenajear a Hitchcock con su cross-cutting, dando resultados contrarios a los esperados.

Aunque se nos promete que QUANTUM, la organización a la que ya no pueden llamar SPECTRE como en el pasado por problemas legales, hará cosas temibles, y que Bond y el mundo se enfrentarán a cosas más terribles que nunca, tendremos que esperar a la próxima entrega para eso, este Bond está muy ocupado curando su dolor y teniendo conversaciones importantes.

Los dirigentes de QUANTUM, a diferencia de los de SPECTRE en las entregas de Sean Connery y Roger Moore, no parecen archivillanos con cicatrices en la cara y con gatos albinos como mascotas, ni se reúnen en una guarida secreta dentro de un volcán. Los villanos de esta era son los CEO de grandes corporaciones que coluden a plena luz pública durante una representación de Tosca de Puccini, planeando cómo controlarán al mundo durante una reunión de junta directiva como cualquier otra. El resultado es la mejor escena de toda la película, el único momento verdadero inspirado en 105 minutos de metraje.

Bond Gun Barrel.png

Mientras tanto, tenemos que conformarnos con un Bond anémico, aburrido con todo y con todos, que esperamos al menos comience a descubrir su sentido del humor en su inevitable próxima aventura. Porque como tradicionalmente dice al final de los créditos, JAMES BOND WILL RETURN, pero esperamos que regrese ya como el hombre que debe ser, no en los retazos de en el que se convertirá.


Night at the Opera - David Arnold


Thursday, December 11, 2008

Golden Globes 2009 - Los Nominados

El National Board of Review, el primero de la larga cola de premios que se avecinan, ya habló, y nombró a Slumdog Millionaire como la Mejor Película del 2008.

También lo hicieron ya la asociación de críticos de Los Angeles [WALL•E] , y mis favoritos, los de New York [Milk].

Pero claro, como los críticos no llaman tanto la atención como una premiación llena de estrellas y glamour, la temporada de premios inició hoy formalmente con el el anuncio por parte de la Hollywood Foreign Press Association de los nominados para sus premios, los Golden Globes.

Con menos de 90 miembros, la mayoría de ellos desconocidos hasta en sus propios países, esta asociación de "críticos" y "periodistas" no cuenta con la mejor de las reputaciones.

Con escándalos de corrupción, prevendas y la falta de verdaderos críticos y periodistas de prestigio dentro de su membresía, por años los Golden Globes se han reconocido más como un showcase y plataforma publicitaria de los estudios y sus estrellas para llegar al premio que verdaderamente les importa: El Oscar.

Su ceremonia del año pasado, famosa porque más de la mitad de sus invitados ya están borrachos de champán gratis antes de que concluya, quedó frustrada por la huelga de escritores que en aquel momento parecía no tener fin, pero este año los Globes regresan con más fuerza y con un par de sorpresas:


Benjamin Button.jpg

- The Curious Case of Benjamin Button demuestra su poder y domina con 5 nominaciones, solidificando su posición como la gran favorita para el Oscar. Sí sorprende que no hayan nominado a Cate Blanchett como Mejor Actríz.

- Australia, el épico de Baz Luhrmann que en teoría parecía dominaría la temporada, pero que ha sido aporreada inmisericordemente por la crítica e ignorada por el público, no recibió ninguna nominación.

- Sólo una nominación [Sean Penn como Mejor Actor] para Milk.

- Ignoraron -a excepción de Heath Ledger- por completo a The Dark Knight.

-
Ignoraron las magníficas actuaciones secundarias de Rosemary DeWitt y Debra Winger en Rachel Getting Married [reseña en breve], así como la labor de Jonathan Demme como director y el brillante guión de Jenny Lumet.

- Demostrando nueva vez su aversión por actores desconocidos y su gusto por nominar estrellas que traen publicidad y brillo a la ceremonia, ignoraron a Melissa Leo, la actuación femenina del año en Frozen River [reseña en breve].

- Lo anterior queda demostrado con su disparatada nominación a Tom Cruise por hacer el ridículo en Tropic Thunder, dejando por fuera a candidatos mucho más merecedores de la atención.

- Meryl Streep y Kate Winslet resultaron nominadas doblemente por Mamma Mia!/Doubt y Revolutionary Road/The Reader.

- Mi sorpresa favorita: con 3 nominaciones, han revivido a In Bruges, una de las mejores películas del año que corría el riesgo de ser olvidada por haberse estrenado tan temprano en el año.

- Mi sorpresa menos favorita: ignoraron la actuación masculina del año, Richard Jenkins en The Visitor [reseña en breve], otra película estrenada temprano en el año.

- Y lo peor, hoy parece quedar confirmado que Che, el extraordinario esfuerzo de Steven Soderbergh, será totalmente ignorado por todas las premiaciones. Una lástima.


Los nominados:


Mejor Película - Drama

The Curious Case of Benjamin Button

Frost/Nixon

The Reader

Revolutionary Road

Slumdog Millionaire


Mejor Película - Comedia / Musical

Burn After Reading

Happy-Go-Lucky

In Bruges

Mamma Mia!

Vicky Cristina Barcelona


Mejor Actor - Drama

Leonardo DiCaprio - Revolutionary Road

Frank Langella - Frost/Nixon

Sean Penn - Milk

Brad Pitt - The Curious Case of Benjamin Button

Mickey Rourke - The Wrestler


Mejor Actríz - Comedia / Musical

Rebecca Hall - Vicky Cristina Barcelona

Sally Hawkins - Happy-Go-Lucky

Frances McDormand - Burn After Reading

Meryl Streep - Mamma Mia!

Emma Thompson - Last Chance Harvey


Mejor Actríz - Drama

Anne Hathaway - Rachel Getting Married

Angelina Jolie - Changeling

Meryl Streep - Doubt

Kristin Scott Thomas - I’ve Loved You So Long

Kate Winslet - Revolutionary Road


Mejor Actor - Comedia / Musical

Javier Bardem - Vicky Cristina Barcelona

Colin Farrell - In Bruges

James Franco - Pineapple Express

Brendon Gleeson - In Bruges

Dustin Hoffman - Last Chance Harvey


Mejor Actor Secundario

Tom Cruise - Tropic Thunder

Robert Downey Jr. - Tropic Thunder

Ralph Fiennes - The Duchess

Philip Seymour Hoffman - Doubt

Heath Ledger - The Dark Knight


Mejor Actríz Secundaria

Amy Adams - Doubt

Penelope Cruz - Vicky Cristina Barcelona

Viola Davis - Doubt

Marisa Tomei - The Wrestler

Kate Winslet - The Reader


Mejor Director

Danny Boyle -Slumdog Millionaire

Stephen Daldry - The Reader

David Fincher - The Curious Case of Benjamin Button

Ron Howard - Frost/Nixon

Sam Mendes - Revolutionary Road


Mejor Guión

Simon Beaufoy - Slumdog Millionaire

David Hare - The Reader

Peter Morgan - Frost/Nixon

Eric Roth - The Curious Case of Benjamin Button

John Patrick Shanley - Doubt


Mejor Película Animada

Bolt - Disney

Kung Fu Panda - Dreamworks

WALL•E - Pixar


Mejor Película Extranjera

The Baader Meinhof Complex - Alemania

Everlasting Moments - Suecia / Dinamarca

Gomorrah - Italia

I’ve Loved You So Long - Francia

Waltz with Bashir - Israel


Mejor Banda de Sonido

Changeling - Clint Eastwood

The Curious Case of Benjamin Button - Alexandre Desplat

Defiance - James Newton Howard

Frost/Nixon - Hans Zimmer

Slumdog Millionaire - A. R. Rahman


Mejor Canción

Down to Eath, Peter Gabriel - WALL•E

Gran Torino, Clint Eastwood/Jamie Cullum - Gran Torino

I Thought I Lost You, Miley Cirus/John Travolta - Bolt

Once in a Lifetime, Beyoncé - Cadillac Records

The Wrestler, Bruce Springsteen - The Wrestler


Totales

The Curious Case of Benjamin Button - 5 Nominaciones

Doubt - 5

Frost/Nixon - 5

The Reader - 4

Revolutionary Road - 4

Slumdog Millionaire - 4

Vicky Cristina Barcelona - 4

In Bruges - 3

The Wrestler - 3

Bolt - 2

Burn After Reading - 2

Changeling - 2

Happy-Go-Lucky - 2

I've Loved You So Long [Il y a Longtemps que je t'aime] -2

Last Chance Harvey -2

Mamma Mia! - 2

Tropic Thunder - 2

WALL•E - 2

Baader Meinhof Complex [Der Badder Meinhof Komplex] - 1

Cadillac Records - 1

The Dark Knight - 1

Defiance - 1

The Duchess - 1

Everlating Moments - 1

Gomorrah - 1

Gran Torino - 1

Kung Fu Panda - 1

Milk - 1

Pineapple Express - 1

Rachel Getting Married - 1

Waltz With Bashir - 1


Los Golden Globes se entregarán el domingo 11 de Enero, y se transmitirán en vivo por NBC a las 8:00pm ET, y por TNT para toda Latinoamérica.

Wednesday, December 3, 2008

Sobre los críticos y la crítica...

"In many ways, the work of a critic is easy. We risk very little yet enjoy a position over those who offer up their work and their selves to our judgment. We thrive on negative criticism, which is fun to write and to read. But the bitter truth we critics must face, is that in the grand scheme of things, the average piece of junk is more meaningful than our criticism designating it so. But there are times when a critic truly risks something, and that is in the discovery and defense of the new. The world is often unkind to new talent, new creations, the new needs friends. Last night, I experienced something new, an extraordinary meal from a singularly unexpected source. To say that both the meal and its maker have challenged my preconceptions about fine cooking is a gross understatement. They have rocked me to my core. In the past, I have made no secret of my disdain for Chef Gusteau's famous motto: Anyone can cook. But I realize, only now do I truly understand what he meant. Not everyone can become a great artist, but a great artist can come from anywhere. It is difficult to imagine more humble origins than those of the genius now cooking at Gusteau's, who is, in this critic's opinion, nothing less than the finest chef in France. I will be returning to Gusteau's soon, hungry for more. " -- Anton Ego.

Mientras termina la temporada de finales y [no pun intended] finalmente regresamos a tiempo completo, no puedo dejar de compartir este escrito que acabo de encontrar en una de mis lecturas obligadas del día – el blog del crítico de cine Roger "Two Thumbs Up!" Ebert.

Si me preguntan, los días de gloria de Ebert como crítico terminaron el día que murió su compañero/rival/mejor mitad Gene Siskel, y comenzó a gustarle absolutamente todo y repartir 4 estrellas como mentas de a tres por peso, pero no puedo negar mi admiración por su prosa y la pasión con la que escribe sobre cine, aún sea sobre Crash, Babel, o Juno.

Ha corrido con mejor suerte que Siskel en su lucha contra un cáncer que ya lo ha dejado hasta sin la capacidad de hablar, pero si juzgáramos por el material que publica en su blog, su claridad mental se mantiene tan intacta como para escribir algo tan imperdible y relevante como lo siguiente.

Mientras divaga sobre la muerte paulatina de la crítica fílmica en la prensa escrita [ignorando su explosión en la blogósfera de la que él mismo es parte, gracias], aprovecha para filosofar sobre la verdadera labor de un crítico de cine y sus diferencias con la del farandulismo y la "celebrity culture" de los Perezhilton.com y Access Hollywood que nos arropan:

A newspaper film critic is like a canary in a coal mine. When one croaks, get the hell out. The lengthening toll of former film critics acts as a poster child for the self-destruction of American newspapers, which once hoped to be more like the New York Times and now yearn to become more like the National Enquirer. We used to be the town crier. Now we are the neighborhood gossip.

The crowning blow came this week when the once-magisterial Associated Press imposed a 500-word limit on all of its entertainment writers. The 500-word limit applies to reviews, interviews, news stories, trend pieces and "thinkers." Oh, it can be done. But with "Synecdoche, New York?"

Worse, the AP wants its writers on the entertainment beat to focus more on the kind of brief celebrity items its clients apparently hunger for. The AP, long considered obligatory to the task of running a North American newspaper, has been hit with some cancellations lately, and no doubt has been informed what its customers want: Affairs, divorces, addiction, disease, success, failure, death watches, tirades, arrests, hissy fits, scandals, who has been "seen with" somebody, who has been "spotted with" somebody, and "top ten" lists of the above. (Celebs "seen with" desire to be seen, celebs "spotted with" do not desire to be seen.)

The CelebCult virus is eating our culture alive, and newspapers voluntarily expose themselves to it. It teaches shabby values to young people, festers unwholesome curiosity, violates privacy, and is indifferent to meaningful achievement. One of the TV celeb shows has announced it will cover the Obama family as "a Hollywood story." I want to smash something against a wall.

In "Toots," a new documentary about the legendary Manhattan saloon keeper Toots Shor, there is a shot so startling I had to reverse the DVD to see it again. After dinner, Joe DiMaggio and Marilyn Monroe leave the restaurant, give their ticket to a valet, wait on the curb until their car arrives, tip the valet and then Joe opens the car door for Marilyn, walks around, gets in, and drives them away. This was in the 1950s. Brad Pitt and Angelina Jolie have not been able to do that once in their adult lifetimes. Celebrities do not use limousines because of vanity. They use them as a protection against cannibalism.

As the CelebCult triumphs, major newspapers have been firing experienced film critics. They want to devote less of their space to considered prose, and more to ignorant gawking. What they require doesn't need to be paid for out of their payrolls. Why does the biggest story about "Twilight" involve its fans? Do we need interviews with 16-year-old girls about Robert Pattinson? When was the last time they read a paper? Isn't the movie obviously about sexual abstinence and the teen fascination with doomy Goth death-flirtation?

The age of film critics has come and gone. While the big papers on the coasts always had them (Bosley Crowther at the New York Times, Charles Champlin at the Los Angeles Times), many other major dailies had rotating bylines anybody might be writing under ("Kate Cameron" at the New York Daily News, "Mae Tinay" at the Chicago Tribune--get it?). Judith Crist changed everything at the New York Herald-Tribune when she panned "Cleopatra" (1963) and was banned from 20th Century-Fox screenings. There was a big fuss, and suddenly every paper hungered for a "real" movie critic. The Film Generation was upon us.

In the coverage of new directors and the rediscovery of classic films, no paper was more influential than the weekly Village Voice, with such as Andrew Sarris and Jonas Mekas. Earlier this year the Voice fired Dennis Lim and Nathan Lee, and recently fired all the local movie critics in its national chain, to be replaced, Variety's Anne Thompson reported, by syndicating their critics on the two coasts, the Voice's J. Hoberman and the L.A. Weekly's Scott Foundas. Serious writers, yes, but...

Meanwhile, the Detroit Free-Press has decided it needs no film critic at all. Michael Wilmington is gone from the Chicago Tribune, Jack Mathews and Jami Bernard from the New York Daily News, Kevin Thomas from the Los Angeles Times--and the internationally-respected film critic of the Chicago Reader, Jonathan Rosenbaum, has retired, accepted a buy-out, will write for his blog, or something. I still see him at all the screenings. My shining hero remains Stanley Kauffmann of The New Republic, as incisive and penetrating as ever at 92. I don't give him points for his age, which anyone can attain simply by living long enough, but for his criticism. Study any review and try to find a wrong or unnecessary word. There is your man for an intelligent 500-word review.

Why do we need critics? A good friend of mine in a very big city was once told by his editor that the critic should "reflect the taste of the readers." My friend said, "Does that mean the food critic should love McDonald's?" The editor: "Absolutely." I don't believe readers buy a newspaper to read variations on the Ed McMahon line, "You are correct, sir!" A newspaper film critic should encourage critical thinking, introduce new developments, consider the local scene, look beyond the weekend fanboy specials, be a weatherman on social trends, bring in a larger context, teach, inform, amuse, inspire, be heartened, be outraged.

At one time all newspapers by definition did those things on every page. Now they are lascivious gossips, covering invented beats. On one single day recently, I was informed that Tom and Katie's daughter Suri "won't wear pants" and shares matching designer sunglasses with her mom. No, wait, they're not matching, they're only both wearing sunglasses. Eloping to Mexico: Heidi and Spencer. Britney is feeling old. Amy is in the hospital. George called Hugh in the middle of the night to accuse him of waging a campaign to take away the title of "sexiest man alive." Pete discussed naming his son Bronx Mowgli. Ann's jaw was wired shut. Karolina's belly button is missing. Madonna and A-Rod might, or might not, spend Thanksgiving together. Some of Valentino's makeup rubbed off on Sarah Jessica. Miley and Justin went out to lunch. Justin and Jessica took their dogs for a walk.

Perhaps fearing the challenge of reading a newspaper will prove daunting, papers are using increasing portions of their shrinking news holes in providing guides to reading themselves. Before the Chicago Tribune's new design started self-correcting (i.e., rolling itself back), I fully expected a box at the top of a page steering me to a story lower on the same page.

The celebrity culture is infantilizing us. We are being trained not to think. It is not about the disappearance of film critics. We are the canaries. It is about the death of an intelligent and curious, readership, interested in significant things and able to think critically. It is about the failure of our educational system. It is not about dumbing-down. It is about snuffing out.

The news is still big. It's the newspapers that got small.

Thursday, November 27, 2008

Otro Menos

Today's my BDay!.png

Soy adicto de estas caricaturas de Nicholas Gurewitch. Su humor tan ácido alegra mi negro corazón hoy más que cualquier otro día del año.

Mientras tanto, las reseñas de Vicky Cristina, Che, Rachel Getting Married, Gomorra, Happy-Go-Lucky, The Visitor y Quantum of Solace vienen en camino. Lentas pero seguro.

Sangría de Cava y tapas para todos, la casa invita!

Wednesday, November 12, 2008

8 1/2 casi 9

8 1/2 Nine

Y hablando de musicales, actualmente se rueda en Londres uno de los proyectos más importantes del próximo año - la adaptación cinematográfica del musical de Broadway Nine, mismo que a su vez se basa en la obra maestra de Fellini 8 1/2.

En 8 1/2, Guido Anselmi [para hacerme el interesante, a todo el que me pregunta le digo que mi nombre sale de esta película] debe enfrentarse a todas las mujeres de su vida - reales, recordadas e imaginarias, mientras realiza el más difícil de todos sus proyectos como director de cine.

En esta versión, ese grupo de mujeres parece una desfile de estrellas, leyendas y ganadoras de Oscar: Nicole Kidman, Marion Cotillard, Penélope Cruz, Judi Dench, Sophia Loren, y sobrando, Kate Hudson y la mismísima Fergie Ferg.

Como Guido Anselmi el mejor actor sobre la tierra - Daniel Day Lewis, quien reemplaza a Javier Bardem.

Ayer, la producción lanzó a modo de teaser la primera fotografía del rodaje:

Nine Cast

Nine Cast Closeup


Este es el tercer proyecto de Rob Marshall detrás de la cámara, y a juzgar por esta imagen, afortunadamente Nine será más Chicago que la fracasada Memorias de una Geisha.

Se estrena en diciembre del 2009.

Mamma Mia! [Phyllida Lloyd, 2008]

Mamma Mia.png

Aunque muchos la califiquen [con sobrada razón] de cursi, simplona y de valor musical nulo, la música de ABBA tiene una vigencia universal. Canciones como Dancing Queen o Take a Chance no han envegecido un día, la cual asumimos es la auténtica marca de la buena música popular, lo de la calidad musical ya es otra cosa.


En tiempos en que los Rolling Stones y Bob Dylan cantaban sobre la guerra de Vietnam y los cambios que se avecinaban en Gimme Shelter y The Times are A-Changin', la música de ABBA [y el movimiento de la música Disco en general] sirvió como una especie de respuesta a esa contracultura pesimista y de denuncia, prefiriendo evadir las preguntas y dudas que surgían en aquellos tiempos de revolución y despertar de conciencia, y optando por cantar sobre temas tan trascendentales como ir a bailar, o analogías tan profundas como comparar su vida amorosa con la batalla de Waterloo. En el cine de aquella época también pasó lo mismo - por cada Easy Rider o Five Easy Pieces había una docena de películas light, como las fantasías idílicas protagonizadas por Doris Day, o un fenómeno como la empalagosísima Love Story ["Love means never having to say you're sorry"...barf!].


Al parecer, inspirada por ese mismo espíritu de simplismo musical y partiendo de una olvidada película italiana protagonizada por Gina Lollobrigida, la escritora inglesa Catherine Johnson "creó" alrededor de las canciones más populares de ABBA una historia para dar forma a un musical de Broadway. Y digo "creó" entre comillas, porque su historia hubiese hecho morirse de la risa hasta a la propia Corín Tellado u ofendido por su puerilidad a cualquier protagonista de telenovela mexicana.


Pero como en este caso lo que importa es la música y todo lo demás es adorno, el musical Mamma Mia! se ha representado en más de 20 países y ha recaudado más de 2 billones de dólares en 9 años, motivo suficiente para que Hollywood tomara nota.


Culpar a Mamma Mia! de basarse en una historia simplista o sin sustancia sería un tanto contradictorio, partiendo de que el musical en sí es un género en el que el mise-en-scene y la música son los verdaderos protagonistas, y donde en casi todas sus mejores representaciones [Singin' in the Rain , por citar el ejemplo por excelencia] la historioria es casi incidental, un simple hilo conductor que lleva de un número musical a otro. Lo que diferencia a la presente de -por citar un ejemplo reciente- la extraordinaria Moulin Rouge! de Baz Luhrmann, es que Luhrmann sabiamente utiliza una historia basada en arquetipos de historias románticas de forma irónica y con el ojo firmemente guiñado a su audiencia. Los creadores de Mamma Mia!, sin ninguna concesión ni atisbo de irnonía, se toman todo esto muy en serio.


Por lo que sí se puede declarar a Mamma Mia! como culpable mortal es por su pobreza visual, el recurso que grita ser explotado en este tipo de cine. Phyllida Lloyd, una veterana directora de Broadway y el West End de Londres, demuestra a la vez su falta de experiencia cinematográfica y su extensa experiencia en el escenario. Si Rob Marshall -otro director de teatro primerizo en el cine- supo sacar a Chicago de los confines del escenario con una técnica bastante ingeniosa [la de montar los números musicales en la imaginación de la protagonista], Lloyd, con un par de excepciones, traduce del escenario a la pantalla sin ninguna imaginación, apoyada de una estática fotografía de postalita que ni sabe ocultar bien el material obviamente filmado en estudio detrás del rodado en locaciones reales en Grecia.


200811111803.jpg

Como cine, lo único rescatable de Mamma Mia! es que reafirma el status de Meryl Streep como la diosa induscutida y absoluta del cine norteamericano. Aquí vemos a la actríz más importante de su generación en la plenitud de su vida como actríz y como mujer desbordar un entusiasmo contagiante. Gozándose cada momento, correteando, cantando y bailando como ya quisieran muchas, y sobre todo BRILLANDO de tal forma que es imposible apartar la mirada cada vez que está en pantalla. Nos quitamos el sombrero ante ella ahora y siempre.


¿El resto? Inofensivo y dispensable como la música de ABBA, pero eso sí, inmerecedor del escarnio de la crítica norteamericana, que con casos como el presente y el de Sex and the City, parece más preocupada por actuar como policía de la moral y las buenas costumbres que de realizar su labor de críticos de cine.

Wednesday, November 5, 2008

BCN

Cinemes Renoir.jpg


Que* estoy feliz.

En pleno corazón del barrio de Les Corts, el mismo en el que vivo, apenas a unas cuadras de mi piso se encuentra mi nuevo santuario: el Cineme Renoir.

Con un estilo que me recuerda al Angelika Film Center de SoHo en NY, ambos lugares comparten la misma atmósfera de arthouse acogedor [ojalá que sin el mismo troupe de emos y hipsters] y las salas pequeñas pero con proyección y sonido impecables.

Se respira un aire especial [como en casi todos los sitios que he estado hasta ahora, esta ciudad no tiene comparación], asî que de inmediato me inscribí en el club de miembros.

En estos primeros días que mis clases aún no son tan duras como lo serán en unas semanas, he aprovechado y visto tres de las mejores películas del año: Happy-Go-Lucky, Rachel Getting Married y Vicky Cristina Barcelona. Hablaré de todas [y de Mamma Mia, la cual tuve que fumarme en el avión] en breve.

Gracias a todos por sus buenos deseos!




* Me encanta como los españoles agregan "Que" al principio de casi todas sus frases. Me voy copiar.

Saturday, November 1, 2008

Mudanzas

RD-BCN

Los cambios siempre son buenos.

Este en especial es uno que venía ansiando y necesitando desde hace mucho.

Este blog y su administrador se marchan en un par de horas a Barcelona por un tiempo largo a estudiar y a aprender a vivir.

Espero que la riqueza en todos los sentidos de esa ciudad tan maravillosa, por supuesto incluyendo la cultura cinematográfica, se vean reflejadas en quien escribe y en lo que escribe.

Sigan atentos.

Thursday, October 30, 2008

Horror Fest ‘08

Noooooooo

Y si es absolutamente necesario seguir con la tradición de celebrar cosas que no son nuestras, ¿qué mejor excusa para hacerlo que viendo buen cine?

Dejando descansar por un año la tradicional revisión de El Exorcista, Rosemary’s Baby, The Shining y hasta The Nightmare Before Christmas, hoy y mañana voy a hacer un maratón de películas de terror que siempre había querido ver, pero que por una u otra razón nunca lo había hecho. También incluyo un par que había querido revisar nuevamente. Una vez terminado, voy a publicar mini-reseñas de cada una:

Cat People / I Walked With a Zombie [Jacques Torneur, 1942 / 1943 | EEUU]

Night of the Living Dead / Dawn of the Dead [George A. Romero, 1968 / 1978 | EEUU]

The Other [Robert Mulligan, 1972 | EEUU]

Don’t Look Now [Nicolas Roeg, 1973 | GB]

The Texas Chainsaw Massacre [Tobe Hoop, 1974 | EEUU]

Suspiria [Dario Argento, 1977 | Italia]

The Changeling [Peter Medak, 1980 | GB]

An American Werewolf in London [John Landis, 1981 | EEUU]

Spoorloos [George Sluizer, 1988 | Francia]

Ôdishon [Takashi Miike, 1999 | Japón]

Ils [David Moreau/Xavier Palud, 2006 | Francia]

The Descent [Neil Marshall, 2006 | GB]

[rec] [Jaume Balagueró/Paco Plaza, 2007 | España]

Dos adiciones de último minuto. Gracias a W-Cinema, incluyo el remake de la Hammer de The Mummy, con dos íconos del cine de terror como Peter Cushing y Christopher Lee, y como ningún festival de terror que se respete puede obviar la obra del rey Vincent Price, también va Theatre of Blood.

Wednesday, October 29, 2008

NY’s Finest

New York Mag

New York City es la mejor ciudad del mundo, que no quepa ninguna duda de ello.

También es [aunque Hollywood jamás lo admita] la verdadera cuna del cine norteamericano.

Fue Thomas Alva Edison y la celosa protección de su patente de la cámara cinematográfica lo que empujó a que la producción de cine se mudara a la costa oeste. 

Mientras en Los Angeles todo es dinero y la búsqueda de fama a toda costa, en New York todavía se respira un cierto aire de dignidad y respeto por el oficio de hacer cine y quienes trabajan en él.

New York Magazine, la biblia del Newyorkino, celebra este año su 40 aniversario, y para celebrarlo  realizó varias listas, entre ellas los 40 íconos de la ciudad, las 40 modas más importantes, y la que nos interesa, los que considera los 40 actores [vivos, si incluyéramos los que ya no están la lista sería interminable] más representativos de la ciudad:

 

La Reina Induscutida

Meryl Streep

Meryl Streep

Amén de ser la actríz contemporánea más importante, con películas tan representativas del New York de una época, como Manhattan y Kramer vs Kramer, nadie más podía ser la #1. Dentro de poco la veremos haciendo su mejor acento del Bronx en Doubt.

 

La Otra Reina

Jessica Lange

Jessica Lange

Experiencia Newyorkina: En su debut en la pantalla, King Kong la llevó hasta el tope del Empire State en aquel terrible remake, y fue el objeto de los afectos de Dustin Hoffman en Tootsie, otra película icónica del NY de los 80.

 

Y la Otra

Glenn Close

Glenn Close

Aterrorizó a los yuppies de Wall Street de los 80 como la mujer que simplemente no aceptaría un NO en Fatal Attraction.

 

La Leyenda

 Lauren Bacall

Lauren Bacall

Nacida, criada y vivido toda su vida en New York junto al ícono más grande de la historia de Hollywood [Humphrey Bogart], Lauren Bacall es el único vínculo vivo que queda con la era dorada de Hollywood. Su papel más representativo de la ciudad es en How to Marry a Millionaire, junto a Marilyn Monroe y Betty Grable.

 

El Toro Salvaje

Robert DeNiro

Robert DeNiro

Suficiente con mencionar su asociación de por vida con Martin Scorsese, un símbolo de la ciudad y de lo que significa ser Newyorkino y expresarlo en su arte. Su trabajo más representativo sobre la ciudad posiblemente sea Mean Streets, el mejor retrato de la juventud de la calle de Little Italy y el Lower East Side de los 70.

 

Darth Vader y la Diva de Broadway

James Earl Jones Patti Lupone

James Earl Jones y Patti Lupone

Patti Lupone es la diva indiscutida del “Great White Way”, consagrada con papeles en Evita, Gypsy y Sweeney Todd, y puede que los geeks de Star Wars no lo sepan, pero la primera pasión de James Earl Jones es el teatro.

 

La “Character Actress” de Lujo

Patricia Clarkson

Patricia Clarkson

Una de las mejores actrices de este tiempo que, cosa rara, floreció y fue descubierta por Hollywood después de los 40.

 

La Mujer Fuerte

Sigourney Weaver

Sigourney Weaver

Con su personaje en Working Girl, quizás la película más representativa hecha sobre la ciudad luego de Manhattan, Sigourney Weaver se convirtió en el símbolo de la mujer Newyorkina fuerte en una posición de poder.

 

El Eterno Sobreactuado

John Lithgow

John Lithgow

Uno de esos actores que siempre es él mismo, tragándose con sus sobreactuaciones a todos los que estén de por medio, pero aún así es el actor más respetado de Broadway.

 

El Freak

Christopher Walken

Christopher Walken

Deberían eliminar el mapa de Queens y utilizar su cara en su lugar. Por más que lo evite, su acento es inconfundible.

 

La Musa de Woody

Mia Farrow

Mia Farrow

Con su estilo imitado por miles de mujeres, Mia Farrow en Rosemary’s Baby es el símbolo de la mujer Newyorkina de finales de los 60. Pero su momento más Newyorkino no se encuentra en aquella película, sino en la del hombre que la hizo un ícono, su ex-esposo Woody Allen. En aquel antológico final de The Purple Rose of Cairo, en la que destruída por una decepción, encuentra la alegría en un cine de New Jersey viendo a Fred Astaire y Ginger Roger bailar sin ninguna preocupación en la vida en Top Hat, de paso recordándonos por qué amamos al cine.

 

Y hablando de Woody Allen, un símbolo tan Newyorkino como las Pizzas de Grimaldi’s en Brooklyn o el mismo Empire State, este número de la revista también tiene una excelente entrevista con él. Esta es mi parte favorita:

 

Woody Allen

New York: Let’s start with the opening of Manhattan, as ecstatic a valentine to New York as any four minutes in the history of movies. Over a series of iconic images of the city, the voice-over begins, “Chapter One: He adored New York City, he idolized it all out of proportion—no, make that, he romanticized it all out of proportion.” How much of that is you speaking, and how much is your character, Isaac?

Woody Allen: Well, you know, for some reason I’ve always had an irrational love for New York. There’s no reason that you would necessarily like it on paper. It’s very expensive. Very little of it works. I’ve made films in many cities—London, Barcelona—where the people are very polite and courteous. You think to yourself, Oh God, this is a pleasure. And New York is nothing like that. But the city is so full of chaos, and the chaos is, for many people, pleasurable. Recently, I was living in a sublet on Madison Avenue, and every night you would hear ambulances and sirens. It was truly a lullaby.

 

Mientras tanto, seguimos aguantando la respiración esperando ver Vicky Cristina Barcelona.

Tuesday, October 28, 2008

X MICSD: El resto

El tiempo no es un recurso que nos sobra en estos que son nuestros últimos días por estos lares, por eso esto llega con un par de semanas de retraso, lo sé, pero así termina nuestra cobertura de la décima edición de la Muestra.

Con películas extraordinarias como Luz Silenciosa, sorpresas agradabilísimas como Septiembres, sorpresas que no se deben repetir como la presentación de El Angel Azul en video, y bodrios infumables como Daisy Diamond, la Muestra crece.

Gracias al esfuerzo de Arturo Rodríguez y un grupo de personas que trabaja incansablemente y con recursos limitados, podemos contar con un evento cinematográfico de clase mundial. Que siga.


Barcelona [Un Mapa]

[Ventura Pons, 2007 | España]

Cartel de "Barcelona (un mapa)" El cine de Ventura Pons nunca ha sido demasiado de nuestro agrado, y esta película no hace mucho por cambiar esa apreciación.

Una pareja entrada en años va informando a cada uno de sus inquilinos –una maestra de francés, un guardia de seguridad con sueños frustrados de futbolista y una inmigrante argentina– que deben abandonar su casa lo más pronto posible. El señor es un enfermo terminal de cáncer, y desea pasar sus últimos días sólo junto a su esposa.

Estructurada en cinco actos formados por cinco conversaciones extendidas, este cine "conversacional" por llamarlo de alguna forma, donde la narrativa es empujada exclusivamente por el diálogo, ya lo hemos visto muchas veces, desde la obra maestra de Louis Malle My Dinner with Andre hasta las extraordinarias Before Sunrise y Before Sunset de Richard Linklater, pero mientras aquellas logran atraparnos, convirtiendo conversaciones del día a día en revelaciones que nos emocionan hasta el final, la presente nos pone a dormir con sus risibles arquetipos del "ser humano en todas sus variantes" con la gran ciudad como trasfondo, que cargan con la tarea de decir una idea absurda tras otra sin llegar a ningún lado.

Evidentemente basada en una obra de teatro, los esfuerzos de Ventura Pons por despojar la pieza de su teatralidad y sacarla de los confines de las tres paredes del escenario son en vano. Para ello se apoya de una serie interminable de flashbacks que distraen por su número excesivo y porque sólo reiteran innecesariamente lo que los personajes piensan o sienten, con los que pretende dotar de vida a una pieza que estuvo muerta desde su inicio.

Una ciudad tan fascinante como Barcelona nunca se había visto tan estática y aburrida.


Satanás

[Andrés Baiz, 2007 | Colombia]

Satanas De lo ridículo a lo sublime, porque esto sí es cine. Cine incendiario que nos emociona y nos deja literalmente temblando.

Basada en la historia real [que desconocíamos] de la infame masacre de Pozzetto, agradecemos haber ido en blanco. Esta es la clase de historias que lo mejor es ir sin ideas preconcebidas y dejarse llevar por ellas.

Con una maestría que nos deja boquiabiertos, Andrés Baiz utiliza el manido recurso de “TODOS ESTAMOS CONECTADOS!” que directores como González Iñárritu han utilizado hasta hartarnos, pero aquí se siente orgánico y absolutamente necesario. Estos personajes están conectados no por cosas absurdas como rifles regalados, sino por algo tan latente como el mal que todos llevamos dentro, esperando el empujoncito necesario para mostrar su cara más terrible.

Lo que más nos asusta y nos sacude de Satanás no es el hecho en sí que observamos desencadenarse paso a paso, inevitable hasta su cruenta ejecución, es ser testigos de forma tan fría y sin filtros de la auténtica cara del mal en su cotidianidad más pura. Ese que está a nuestro alrededor y del que no nos damos o no queremos darnos cuenta que existe.

Magistral.


XXY

[Lucía Puenzo, 2008 | Argentina]

XXY Lucía Puenzo, directora y guionista de la presente, es hija de Luis Puenzo, ganador del Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1985 por la magnífica La Historia Oficial .

Su experiencia como escritora es evidente. La madurez presente en el guión [basado en un cuento escrito por su esposo] y en la puesta en escena son destacables. Puenzo confía en su audiencia, y a diferencia de otras películas que pudimos ver en estos días de cinefagia, no cae en el error de llegar a los excesos de Daisy Diamond y de Barcelona [Un Mapa], y querer darnos con cucharita lo que piensa de estos personajes y forzar nuestra reacción ante ellos.

Con un tema que fácilmente pudo prestarse para efectismos baratos, Puenzo elige una economía narrativa que nos impresiona, desde la austera fotografía, hasta las brillantes interpretaciones que consigue de su elenco, comenzando por Ricardo Darín, el mejor actor latinoamericano de la actualidad, y destacándose especialmente las de Martín Piroyansky e Inés Efron, dos jóvenes en pleno despertar sexual que irán descubriendo juntos esa etapa en la que nuestras elecciones determinan en quiénes nos convertiremos.

¿Por qué si nuestra riqueza como seres humanos está dada porque cada uno de nosotros es único e inigualable se nos hace tan difícil aceptar aquello que es diferente?

Esperamos grandes cosas de Lucía Puenzo.


Perro Come Perro

[Carlos Moreno, 2008 | Colombia]

Perro Come Perro

Con todos, absolutamente todos los tics de un primer director presentes, la ópera prima de Carlos Moreno es un esfuerzo admirable pero fallido.

No entiendo cuál es la fijación que tienen muchos de nuestros directores nóveles latinoamericanos con parecerse a Tarantino –por admisión propia y a mucha honra el rey de las imitaciones, homenajes y robos descarados– quien sin proponérselo, ha creado toda una escuela de imitadores y fanáticos obsesos con emularle.

Perro Come Perro nos recuerda en demasía a Pulp Fiction, pero sin una onza de su creatividad e ingenio. Un pastiche de ideas repetidas nunca se había sentido tan fresco como en ese entonces, y sus imitadores deberían ya de dejar de intentar repetirlo. Recuerdo que su título en español fue Tiempos Violentos, y ese fácilmente podría ser el título de la presente.

Con un par de ideas interesantes en su desarrollo, pero que se ven opacadas por un guión que paulatinamente cae en lo absurdo, obviamente necesitado de un par de borradores más, y un grupo de actuaciones que van desde lo demasiado controlado a lo ridículamente telenovelezco, Perro Come Perro es colección de buenas intenciones que no llega a mucho.

Eso sí, ya quisiéramos nosotros contar con directores de la ambición de Carlos Moreno entre los nuestros.


Al Otro Lado

[Fatih Akin, 2007 | Alemania]

Al Otro LadoHace 4 años, el director alemán de origen turco Fatih Akin sorprendió al mundo con su extraordinaria Contra la Pared. Según ha contado, Al Otro Lado es la segunda entrada de una trilogía de la que Contra la Pared fue el inicio.

Tanto en aquella como en la presente, Akin continúa con su deseo de establecer una relación entre sus dos tierras, Alemania y Turquía, y el resultado, al igual que en Contra la Pared, es magnífico.

De igual forma que Baiz en Satanás y a diferencia de directores como González Iñárritu, Fatih Akin no utiliza la técnica de estructura fragmentada y personajes entrelazados para crear momentos revelatorios sorprendentes, en los que en situaciones que desafían la lógica, los personajes o nosotros como audiencia descubrimos su interconexión. No. El interés de Akin no es tan efectista o simplista, lo suyo es que él como director y nosotros como audiencia encontremos las paradojas existentes en esas conexiones y hasta nos riamos de ellas. Desde la forma en que la muerte divide a unos y une a otros, y cómo padres e hijos se separan para luego terminar en los mismos lugares buscando las mismas cosas.

Visualmente exquisita y con un conjunto de actuaciones antológicas, lideradas por esa Hanna Schygulla, musa de Fassbinder, padre del cine moderno alemán y por el que Akin siente una evidente gran admiración.

 

4 Minutos

[ Chris Kraus, 2007 | Alemania]Cuatro Minutos

Otra vez, el asunto no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta.

Por enésima ocasión, nos encontramos con la historia del maestro que llega a transformar al alumno rebelde.

En 4 Minutos, la escuela es una prisión para mujeres, el alumno es una presidiaria prodigio del piano, quien por sus problemas de temperamento y su actitud hacia la vida nunca ha alcanzado el potencial de su enorme talento, y el maestro es una anciana instructora de piano con un pasado oscuro.

Predecible y algo convencional, pero esos últimos 4 minutos que son un crescendo imparable, donde la alumna testaruda por fin cede, se despoja de su armadura y deja que su inconmensurable talento  estalle ante todos, son los 4 minutos más arrebatantes que hemos visto en muchísimo tiempo.

Todavía estoy buscando la pieza que Jenny toca al final. Si alguien me quiere ayudar…

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