Sunday, November 29, 2009

50 antes de morir

50 essentials

La versión latinoamericana de Turner Classic Movies sigue mejorando.

Finalmente han copiado de su hermano norteamericano, y ya no pasan versiones dobladas, no hay cortes comerciales, y, en su mayor parte, las películas son presentadas en su aspect ratio original. ¿De qué servía tener una versión regional de este canal, si en principio violaba esas tres que son las reglas fundamentales de la versión norteamericana?

Ahora, sin esos errores del pasado, TCM Latinoamérica estará presentando del 1 al 25 de diciembre la tercera edición de su serie de 50 películas que todo cinéfilo dedicado debe ver antes de morir. Todas han sido extraídas de uno de los Top 10 del American Film Institute.

Hay montones de omisiones y títulos que no merecen estar, las listas del AFI no son perfectas, pero es imposible debatir la importancia del 90% de las películas incluídas aquí:

 

[en hora de Santo Domingo, una hora más que el ET de EEUU]

**esenciales

 

Martes 1

The Color Purple, 1985 [Dir. Steven Spielberg]  – 9:00pm

**A Streetcar Named Desire, 1951 [Dir. Elia Kazan] – 11:40pm

 

Miércoles 2

Hamlet, 1948 [Dir. Laurence Olivier] – 9:00pm

Dracula, 1931 [Dir. Tod Browning]  – 11:40pm

 

Jueves 3

**To Habe and to Have Not, 1944 [Dir. Howard Hawks] – 9:00pm

American Graffiti, 1973 [Dir. George Lucas] – 10:50pm

 

Viernes 4

Mad Max, 1979 [Dir. George Miller] – 9:00pm

**Stalag 17, 1953 [Dir. Billy Wilder] – 10:40pm

 

Sábado 5

**Full Metal Jacket, 1987 [Dir. Stanley Kubrick ] – 9:00pm

**Gunga Din, 1939 [Dir. George Stevens] – 11:00pm

 

Domingo 6

The Naked Gun, 1988 [Dir. David Zucker] – 9:00pm

Escape from Alcatraz, 1979 [Dir. Don Siegel] – 10:30pm

 

Lunes 7

**The Red Shoes, 1948 [Dir. Michael Powell+Emeric Pressburger] – 9:00pm

Cape Fear, 1962 [Dir. J. Lee Thompson]  – 11:25pm

 

Martes 8

Gilda, 1946 [Dir. Charles Vidor] – 9:00pm

**The Quiet Man, 1952 [Dir. John Ford]  – 10:55am

 

Miércoles 9

The 39 Steps, 1935 [Dir. Alfred Hitchcock] – 9:00pm

**Raging Bull, 1980 [Dir. Martin Scorsese]  – 10:35pm

 

Jueves 10

Around the World in 80 Days, 1956 [Dir. Michael Anderson ] – 9:00pm

**Freaks, 1932 [Dir. Tod Browning] – 12:00am [medianoche del viernes 11]

 

Viernes 11

The Goonies, 1985 [Dir. Richard Donner] – 9:00pm

**The Treasure of Sierra Madre, 1948 [Dir. John Huston]  – 11:00pm

 

Sábado 12

The Terminator, 1984 [Dir. James Cameron] – 9:00pm

**The Wild Bunch, 1969 [Dir. Sam Peckinpah] – 10:55pm

 

Domingo 13

Mr. Deeds Goes to Town, 1936 [Dir. Frank Capra] – 9:00pm

**The Lost Weekend, 1945 [Dir. Billy Wilder] – 11:00pm

 

Lunes 14

**Ladri di Biciclette, 1948 [Dir. Vittorio de Sica] – 9:00pm

The Getaway, 1972 [Dir. Sam Peckinpah ] – 11:30pm

 

Martes 15

Gone with the Wind, 1939 [Dir. Victor Fleming]  – 9:00pm

**Sullivan's Travels, 1941 [Dir. Preston Sturges]  – 12:50am [medianoche del Miércoles 16]

 

Miércoles 16

**Cat People, 1942 [Dir. Jacques Torneur] – 9:00pm

Close Encounters of the Third Kind, 1977 [Dir. Steven Spielberg] – 10:20pm

 

Jueves 17

**Pink Floyd: The Wall, 1982 [Dir. Alan Parker] – 9:00pm

The Exorcist, 1973 [Dir. William Friedkin] – 10:45pm

 

Viernes 18

Tarzan and his Mate, 1934 [Dir. Cedric Gibbons] – 9:00pm

**The Godfather: Part II, 1974 [Dir. Francis Ford Coppola] – 10:40pm

 

Sábado 19

**Cool Hand Luke, 1967 [Dir. Stuart Rosenberg] – 9:00pm

The Outlaw Josey Wales, 1976 [Dir. Clint Eastwood] – 11:00pm

 

Domingo 20

Beetlejuice, 1988 [Dir. Tim Burton] – 9:00pm

Witness, 1985 [Dir. Peter Weir] – 10:40pm

 

Lunes 21

Dirty Dancing, 1987 [Dir. Emile Ardolino] – 9:00pm

**Lolita, 1962 [Dir. Stanley Kubrick] – 10:50pm

 

Martes 22

**Top Hat, 1935 [Dir. Mark Sandrich] – 9:00pm

The Party, 1968 [Dir. Blake Edwards] – 10:45pm

 

Miércoles 23

True Grit, 1969 [Dir. Henry Hathaway] – 9:00pm

**Bride of Frankenstein, 1935 [Dir. James Whale] – 11:15pm

 

Jueves 24

Yankee Doodle Dandy, 1942 [Dir. Michael Curtiz] – 9:00pm

Grease, 1978 [Dir. Randal Kleiser] – 11:15pm

 

Viernes 25

The 7th Voyage of Sinbad, 1958 [Dir. Nathan Juran] – 9:00pm

**Seven Samurai, 1954 [Dir. Akira Kurosawa] – 10:35pm

Thursday, November 26, 2009

III Festival de Cine Global Dominicano – VIII

Araya

Dir. Margot Benacerraf, 1959 | Venezuela

Araya

Araya no se parece absolutamente a nada que se ha hecho en el cine.

Se podrá comparar, como sucedió al momento de su estreno en Cannes, con Flaherty y su obra de referencia Nanook of the North, pero las alturas que Araya alcanza narrativa y visualmente son únicas.

Su completa desaparición de las pantallas mundiales por casi  50 años sólo sirvió para elevar su estatus de leyenda.

Araya es un ensayo audiovisual, un canto lírico a la naturaleza humana, a su fortaleza, a su estoicismo, a la relación inquebrantablemente mutualista que mantiene con la naturaleza, pero a la vez también a su inercia y a su conformismo.

Por más de cinco siglos, los días de los habitantes de la península de Araya al norte de Venezuela se componen de extraer y apilar el único regalo que la naturaleza les ha otogado: la sal. La tierra estéril no puede darles ni una flor para honrar a sus muertos.

Momentos antes de iniciar la proyección en la Cinemateca Dominicana, su directora Margot Benacerraf compartió con la audiencia una frase que escuchó de Henri Langlois, fundador de la Cinémathèque Française: “El cine es la memoria del tiempo”.

Amén de ser un tratado audivisual con méritos cinematográficos de sobra, Araya es precisamante de lo que habla Langlois, una obra de estudio antropológico de una comunidad, de un estilo de vida único y particular, que gracias a Benacerraf ha quedado como un documento histórico inborrable.

Descrita por la propia Benacerraf como un “documental ficcionado”, Araya nos muestra a tres familias de la comunidad -una pesquera, una que extrae la sal de día y otra de noche- y la manera en la que la extracción de la sal marina se ha convertido en una tradición que ha pasado de generación en generación, como una herencia que se acepta sin condiciones simplemente porque no hay otra opción de vida.

Por el liricismo y el nivel de detalle con que las presenta, Benacerraf y su narrador José Ignacio Cabrujas hacen que estas actividades mundanas adquieran un tono casi mítico, como si esta gente estuviese predestinada por algún orden divino a realizar este ritual desde que nace hasta que muere. La narración, que al principio pudiese parecer intrusiva y reiterativa, es simplemente un vehículo para demostrar que la vida de estas personas esta basada en una rueda infinita de repetición: sol, mar, sal…silencio.

En tan sólo 82 minutos Benacerraf plasma de manera contundente cinco siglos de tradición inerte, pero a la vez de optimismo, de amor por la tierra, del inexorable ánimo de supervivencia que todo hombre lleva dento.

 

Y con esto doy por terminado el III Festival de Funglode. La próxima edición ya está anunciada, se realizará del 16 al 21 de noviembre del 2010. La tarea de superar esta edición será difícil, pero los recursos y el talento con los que cuenta FUNGLODE son todo lo que se necesita para lograrlo.

Por ahí vienen las reseñas atrasadas [Up, Public Enemies], las de las mejores que ví en Cannes [Das Weisse Band, Un Prophète], y los comentarios sobre la temporada de premios, que inicia ya el próximo jueves con el anuncio del Top 10 del National Board of Review.

Wednesday, November 25, 2009

III Festival de Cine Global Dominicano - VII

La Teta Asustada

Dir. Claudia Llosa, 2009 | Perú

La Teta Asustada

Las principales víctimas de los actos de terrorismo de Sendero Luminoso y otros grupos armados en Perú por casi 20 años fueron los campesinos de las zonas rulales más pobres, especialmente las mujeres.

Se habla de que fueron más de 2,000 las campesinas que fueron violadas por miembros de Túpac Amaru y Sendero Luminoso, y un número indeterminado de ellas quedaron embarazadas. La gran mayoría de ellas eran mujeres que vivían bajo la línea de la pobreza, analfabetas, quechuahablantes, y sin documentos de identidad. Eran mujeres que para el sistema simplemente no existían en primer lugar.

La leyenda de que esas mujeres quedaban malditas al resultar embarazadas de un acto de violencia se esparció por todas las comunidades. Las madres transmitían esa maldición en forma de sufrimiento y desasosiego a sus hijos a través de la leche materna en una enfermedad a la que llamaban “La Teta Asustada”. Se creía que estos niños nacían sin alma, y por esto eran presas de un terror incontroblable que los aislaba por completo de su entorno.

La Teta Asustada, segundo largometraje de la peruana Claudia Llosa y ganadora del Oso de Oro en la pasada edición del Festival de Cine de Berlín, cuenta dos historias:

Primero, es la crónica de una joven perteneciente a una generación perdida, sin identidad ni memoria, que utiliza como expresión el canto enseñado por su madre para mantener vivo su recuerdo, para exorcizar sus frustraciones, miedos y a la vez para transmitir sus sentimientos y sueños truncados. Fausta es un personaje sacado del ascetismo trascendental del cine de Robert Bresson y sus heroínas como Mouchette, que actúa como si sólo a partir del martiro y el sacrificio se puede alcanzar la redención, utilizando de manera inusual su propio cuerpo para recordarse a sí misma el dolor de sus antepasadas.

Segundo, es una visión delicada del costumbrismo de una comunidad, de la clara división de clases en la sociedad limeña, de las tradiciones de una raza y cómo se mantienen y se mezclan con las del mundo moderno, todo hecho con sinceridad, con humor pero sin ánimos de parodia ni burla, con el respeto que estas costumbres y su gente merecen.

Al morir su madre mientras canta derrotada sobre los horrores de los que fue víctima, Fausta se enfrenta a un mundo que hasta ese momento era desconocido para ella, y su único objetivo será reunir los recursos para sepultarla junto a su padre, y dejarla descansar en aquel lugar en el que “se lo lleva al hombre y lo suelta al mar”, como ella misma dice en uno de sus cánticos.

Claudia Llosa, quien además de directora es también la guionista de La Teta Asustada, demuestra una madurez visual y narrativa inusual para una realizadora apenas en su segundo largometraje. Llosa, con la ayuda de su DP Natasha Brier, logra igualar la riqueza temática de su historia con una hermosísima puesta en escena, alcanzando momentos de una belleza sublime. Llosa afortunadamente es una de las realizadoras que entiende que el cine es un medio eminentemente visual, y lo explota en todo su potencial. El más interesante de todos sus objetivos es el bellísimo rostro de su protagonista Magaly Soiler, el cual por momentos enmarca e ilumina en composiciones visuales que por momentos recuerdan una pintura de Johannes Vermeer.

La belleza y la capacidad de crear es un estimulante para Fausta. El único individuo con el que logra crear una conexión especial es con el jardinero de la casa para la que trabaja como doméstica. Habiendo sido criada para esconderse y temerle a los hombres, Fausta ve en las manos de este individuo algo muy especial [otra referencia al cine Bresson], pues es alguien que las utiliza para crear y mantener algo tan hermoso como son las flores, y no para destruír y maltratar como le había enseñado su madre.

Estamos frente a una obra importane y vital de la cinematografía latinoamericana actual. Contando una historia individual, Claudia Llosa ha creado un reflexión punzante de las memorias de los horrores vividos por toda una nación. Memorias de actos que se prefería dejar en el olvido pero que deben ser conocidas por las nuevas generaciones.

Como sucede con Fausta, la única manera de exorcizar esos demonios es literalmente sacándolos de nuestro interior y transformándolos en algo nuevo y positivo, como una planta que florece.

La Teta Asustada es sin dudas la mejor de todas las películas presentadas en la III edición del Festival de Cine Global Dominicano y una de las mejores películas de todo el 2009.

Se presenta a partir de mañana en la cartelera regular de Santo Domingo. No se la pierdan.

Tuesday, November 24, 2009

Ziggy Stardust

Tilda Swinton

La manida frase aquella de que tal intérprete es un “camaleón” [generalmente refiriéndose a Phillip Seymour Hoffman y Daniel Day Lewis] es tan sobre-utilizada como la de  “XX se METE EN LA PIEL de YY”. Debería desaparecer.

Eso a menos que se refieran a LA camaleona.

Tilda

Tilda Swinton es lo que Cate Blanchett sería sin la rigidez del actor matemáticamente entrenado, Julianne Moore sin sus tics, Meryl Streep sin su self-awareness, Kate Winslet sin su afán de ser premiada, Helen Mirren sin su teatralidad, Glenn Close y Annette Bening sin su gusto por sobreactuar, Jessica Lange y Nicole Kidman sin su exceso de botox y cirugías plásticas…en fin, la intérprete perfecta. Un cuerpo y rostro andróginos que son lienzo en blanco para transformarse en cualquier cosa.

Este año logró la mejor actuación de su carrera en una película desastrosa, pero que podría ver mil veces más sólo para concentrarme en ella, en su lenguaje físico, en su voz y en su mirada.

Roger Ebert lo dice mejor que nadie en una oración:

“Tilda Swinton is fearless. She’ll take on any role without her ego, paycheck, vanity or career path playing a part...She goes for broke and wins big time.”

Y Manohla Dargis:

“Ms. Swinton demands to be seen even when her character is on a self-annihilating bender so real that you can almost smell the stink rising off her. So I sat in my seat, cursed the screen and was grateful to watch an actress at the height of her expressive power claw toward greatness.”

Julia

Vean Julia y únanse a la iglesia de Tilda Swinton.

Monday, November 23, 2009

III Festival de Cine Global Dominicano - VI

La Nana

Dir. Sebastián Silva, 2009 | Chile

La Nana 1

Parte de la fascinación que los norteamericanos han sentido por la historia que presenta La Nana, ganadora del Gran Premio del Jurado en el pasado Festival de Sundance, debe proceder en parte de que su director Sebastián Silva nos presenta un mundo que debe ser casi desconocido para muchos de ellos.

Para nosotros en cambio, como para casi cualquier otro país latinoamericano, el crecer con una “señora del servicio” es algo tan cotidiano, que a veces ni reparamos en ellas, el trabajo que hacen y la gran influencia que tienen sobre nosotros.

El papel de la mucama, sirvienta, trabajadora o como quieran llamarle, ha sido tomado por las telenovelas como suyo, y lo han convertido en casi mítico – igual puede ser la principal fuente de comedia, como la seductora rompematrimonios o la inocente heredera de la fortuna de la familia para la cual trabaja.

Sebastián Silva, guionista y director de La Nana, hace lo suyo por reivindicar el papel de las sirvientas en el plano audiovisual latinoamericano, y sus intenciones ineludiblemente recuerdan a la obra maestra de Buñuel El Diario de una Mucama, en el que nos presentaba a la siempre extraordinaria Jean Moreau en un papel privilegiado en su condición de mujer de servicio: aunque súbdita, es literalmente ama de las llaves de donde se guardan todos los secretos de una familia burguesa. En este caso, esos secretos igual pueden ser las escapadas del señor de la casa o el despertar sexual del más joven.

En este retrato, que más que intimista resulta voyeurista, Silva nos hace partícipes de su análisis del ecosistema que representa un hogar latinoamericano privilegiado, evaluando los mecanismos del día a día y los roles que cada miembro de la familia desempeña para el buen funcionamiento de esta especie de cadena alimenticia.

Raquel ha trabajado para una familia por más de 20 años. Recientemente cumplió lo que asumimos son sus 40 años, y la familia celebró su cumpleaños como si fuera el de un miembro más. Las cosas comienzan a cambiar, pues el cansancio está afectando el rendimiento de la sobre-explotada Raquel [la pobre tiene que hacerlo TODO], y ya comienzan a considerar buscar una segunda mujer para que ayude con la tareas del hogar. Raquel ve esto como una amenza a su status quo, y lo defenderá como sea necesario.

En donde La Nana tiene su mayor éxito, es en la forma natural y sincera, sin efectismos ni falsos dramas, en que Silva logra comunicar las ambigüedades y contradicciones de la posición de una mujer de servicio en una casa – es “como de la familia” pero está confinada a su espacio separado, los niños se han criado con ella, es casi como una madre, pero su acercamiento y su afecto hacia ella es con reservas, con la distancia que crea una separación social clarísima que se quiere pretender no existe.

A pesar de su edad, en su actuar Raquel parece aún una niña, y podría inferirse que el hecho de trabajar desde muy temprano, sacrificando su juventud, la hace sentir un cierto resentimiento hacia Camila, la hija mayor adolescente de la casa, en la que ve un  reflejo de todo lo que quiso ser y no pudo.

Lo único que Raquel conoce es este hogar, su territorio, y a esta familia a la que considera de su propiedad, por lo que cualquiera que intente robarle la única identidad con la que cuenta es su enemigo. La interpretación de Catalina Saavedra, también ganadora en Sundance del premio a la Mejor Actuación, me hace recordar la importancia de la naturalidad, aún con los tropiezos que vienen inherentes a ella, por encima de la perfección técnica. Impecable.

Raquel permanece una esclava de su propio carácter hasta que aparece una mujer que le hace aprender a soltarse, a ver que en la vida puede existir algo más que la falsa satisfacción que provoca servir a otros por encima de servirse a sí misma.

La Nana podría resumirse como el viaje de una mujer que finalmente halla el camino para liberarse, para librarse de la mentalidad servil de la que ella misma se había hecho presa.

 

Aunque el evento de clausura fue ayer domingo, el Festival sigue hasta el miércoles en la Cinemateca Dominicana y en el Palacio del Cine de la Avenida Venezuela. Aún quedan La Teta Asustada, Happy-Go-Lucky, Le Silence de Lorna, y segundos pases de Los Abrazos Rotos, Araya, y Food, Inc.

Silver Lining

Kathryn Bigelow Twilight

Soy una de las personas menos optimistas que conozco, pero como dicen los americanos, hay que buscar el “silver lining” a todo, porque hasta en las situaciones más terribles puede haber una bendición escondida.

Las campañas For Your Consideration para buscar nominaciones al Oscar me parecen una aberración y la prueba misma de que el premio ha perdido el poco mérito que le quedaba.  Pero, si como también dicen los americanos, “two wrongs make a right”, de los escandalosos $140 millones de dólares que New Moon - la nueva entrega de la insufrible ñoñería que es la saga Twilight - acaba de recaudar este pasado fin de semana [confirmando una vez más mi poca fe en la humanidad], su estudio Summit Entertainment bien podría limpiar con agua bendita parte de ese dinero malhabido, utilizándolo para una obra de bien común: montar la campaña correspondiente y hacer lo que sea necesario para que The Hurt Locker sea vista por los votantes y nominada a Mejor Película y Mejor Directora para Kathryn Bigelow.

Es cuanto.

 

Math is Hard

*Addendum – Los estimados de ayer se quedaron cortos. Fueron $142.8 millones de dólares que recaudó de viernes a domingo, no $140.

¡A celebrar!

Tru Blood

Sunday, November 22, 2009

III Festival de Cine Global Dominicano - V

500 Days of Summer

Dir. Marc Webb, 2009 | EEUU

500 Days of Summer

En 1967, Stanley Donen dirigió a Audrey Hepburn y Albert Finney en una de las mejores películas de él como realizador y ellos como intérpretes: Two For The Road.

En aquella película, Donen realizó el mejor análisis hecho hasta ese momento de una relación amorosa a lo largo del tiempo, desde su inicio a su final, sus altos y bajos, viajando furtivamente entre el pasado y presente para contrastar el amor de ahora y el amor que fue.

Two For The Road fue el arquetipo de este tipo de comedia romántica que no era ni muy cómica ni muy romántica, hasta que apareció Woody Allen con su mítica Annie Hall.

Así como Stanley Donen supo encapsular el zeitgeist, la esencia de los años 60, desde la magnífica música de Henry Mancini hasta los anteojos Givenchy de Audrey Hepburn, Woody Allen hizo lo propio con los 70, presentando una relación amorosa y el proceso de enamorarse de una forma que no se había visto nunca - mezclando fantasía y realidad, situaciones absurdas, derrumbando la cuarta pared y dirigiéndose directamente a la audiencia, rescatando la idea central de la cómedia Screwball al presentar a un hombre y una mujer enamorándose a través de la comedia, ejemplificado perfectamente en aquella famosísima escena en la que los personajes de Allen y Diane Keaton conversan mientras los subtítulos nos indican lo que realmente están pensando. Genial.

Las comparaciones con aquellas dos películas no son gratuitas. Las circunstancias cambian, pero las sensaciones que experimentamos como seres humanos han sido y serán siempre las mismas. La misma sensación de lograr meter en una burbuja todas las impresiones y formas de una época que lograron Two for the Road y Annie Hall es precisamente la que sentí al ver 500 Days of Summer. Ahora no son los sofisticados y liberados 60, ni los existencialistas 70 de Woody Allen, sino la generación emo-indie-depresiva-ADD presentada con sinceridad, con spark visual, y a la vez sin el carácter afectado y artificial de películas como Garden State [horror] o Juno [doble horror].

Tom es un soñador, arquitecto frustrado, que está convencido que un día encontrará a su alma gemela, y que culpa al cine, la televisión, y la música de The Smiths y Morrissey de moldear su visión de lo que verdaderamente es el amor. Summer es todo lo contrario, cree que el amor no existe y es una simple noción que el hombre se ha inventado para dar significado a su miserable paso por esta tierra.

El primer detalle diferenciador que salta a la vista entre la película de Marc Webb y los montones de comedias románticas desechables que aparecen y desaparecen todas las semanas, es dejarnos a lo largo del relato no con la duda cliché de si Tom y Summer quedarán juntos o no al final, eso ya lo sabemos, es entender a lo largo de estos 500 días el  por qué su relación terminó. Para ello se vale del recurso del que hablaba con respecto a Two for the Road, viajando a lo largo de esos 500 días de relación para contrastar el amor que fue y el amor que es. Aunque ya conocemos cómo terminará, lo interesante es observar el frustrante proceso de cómo una relación se desmorona y vuelve a reconstruirse, sólo para terminar desmoronada otra vez, aún fuera con una nota optimista al final.

Marc Webb no está reinventando la rueda ni haciendo un discurso profundo y novedoso sobre lo que significa enamorarse, pero lo que sí logra es algo que el género pide a gritos: presentarlo con un estilo memorable, con dinamismo, haciendo uso de todos los trucos imaginables, desde un número musical inspirado, secuencias oníricas, hasta la que es la escena más memorable, en la que en pantalla dividida vemos contrastados el sueño y la peor pesadilla de un hombre enamorado. Estos toques surrealistas nos muestran las emociones de un hombre que por fin ha encontrado el vehículo para demostrarlas.

A todo esto se agregan los toques cinemáticos que Webb y sus guionistas imbuyen en la historia, desde la referencia literal al cine de Bergman y su carácter derrotista y depresivo, la presentación de El Graduado y cómo luego de ver esta película  la relación de Tom y Summer toma su primer punto de inflexión, y el mejor de todos, el guiño de ojo en aprobación que Tom recibe del mismísimo Han Solo.

En teoría parecería difícil simpatizar con el caso de alguien como Tom -el primer personaje desde Jim Carrey en la extraordinaria Eternal Sunshine of the Spotless Mind en el que la relación es vista desde SU perspectiva, la masculina- al observar que es un individuo que ha elegido vivir en su propia burbuja y se niega a entender que la mujer que ama quiere cosas muy diferentes a él, ¿cómo podría una relación así prosperar?

Summer

Mientras Tom es un personaje excepcionalmente bien desarrollado [y aún mejor actuado por Joseph Gordon Levitt, posiblemente el mejor actor de su generación], el de Summer se mantiene intencionalmente vago y distante, que como las heroínas a lo Jean Moureau en Jules et Jim, evoca el misterio y la fascinación que el sexo femenino representa para el hombre que conoce por primera vez el amor.

Marc Webb presenta de forma tan convicente como Gondry en Eternal Sunshine el caso que todos en algún momento hemos vivido: a veces el corazón manda sobre la mente.

Qué gracioso que la anti-comedia romántica, que desde su mismo inicio establece que no es una historia de amor, sea la película más romantica en mucho tiempo.

 

Quelqu'un m'a dit – Carla Bruni

 

500 Days of Summer se presenta en la Cinemateca Dominicana hoy a las 7:00pm.

Friday, November 20, 2009

III Festival de Cine Global Dominicano - IV

DSC09645 Dos cosas.

La primera es a la administración del Teatro Nacional. Sería fantástico que cuando no esté en uso, se utilizara la Sala Principal como cine, un espacio como ese no debe ser desperdiciado. La excelente calidad de la proyección, la enorme pantalla [la más grande que he visto en Santo Domingo] y la atmósfera que transmite el lugar, hace sentir que se está viendo algo especial e importante.

Anoche viendo Los Abrazos Rotos me sentí en el Ziegfeld de Nueva York.

Araya

La segunda es que hoy todo el que sea amante del cine debe asistir a la Cinemateca Dominicana a las 7:00pm a ver la versión restaurada de Araya en celebración de su 50 aniversario, una de las películas más importantes de la cinematografía latinoamericana, un poema audiovisual intoxicante hecho mucho antes de que  Terrence Malick o Wong Kar Wai soñaran con hacer los suyos. Lo mejor es que su directora, la venezolana Margot Benacerraf, estará para discutirla y ofrecer una charla sobre la conservación y restauración fílmica, de la cual es una de las principales voceras y defensoras.

Allá nos vemos.

Thursday, November 19, 2009

III Festival de Cine Global Dominicano - III

The Cove

Dir. Louie Psihoyos, 2009 | EEUU

The Cove

“Never depend upon any government or institution to solve any major problem,  all social change comes from the passion of individuals.”

 

Con The Cove sucede algo muy interesante.

Su director Louie Psihoyos, quien hace su debut cinematográfico después de trabajar por años como fotógrafo de National Geographic,  ha dado una vuelta de tuerca increíble al documental como género, tomado un enfoque similar al del brillante documental ganador del Oscar el año pasado Man on Wire.

El carácter investigativo y educativo que viene implícito con el género es llevado a otro nivel, conviertiendo el proceso de filmación y el resultado final que vemos en pantalla en una verdadera operación militar. The Cove es un heist movie tanto como lo son Ocean’s 11 o Rififi. ¿Quién iba a pensar que un documental podía ser también mitad thriller y mitad película de acción?

La ciudad de Taiji al sur de Japón es la capital mundial de los delfines. La vida de la ciudad gira en torno a ellos, rindiéndoles culto y adoptándolos como su símbolo. Pero ese culto es mucho más retorcido de lo que parece a primera vista. Detrás de éste se esconde un secreto que tanto la comunidad de pescadores como las autoridades locales se han empeñado en mantener oculto.

Taiji Dolphin Killing 2 Dolphin Slaying

Cada año, estos pescadores atraen a los delfines que se desplazan por el Pacífico a un punto específico de la costa de Taiji, donde son acorralados para que compradores y entrenadores de delfines de todo el mundo se reúnan a seleccionar los mejores ejemplares, por los que llegan a pagar hasta $150,000 dólares.

Los ejemplares que por una razón u otra son descartados, son nuevamente acorralados y llevados a la parte oculta de la costa, una cueva, donde son asesinados de la forma más bárbarica y cruel. De septiembre a marzo de todos los años desde el siglo XVII, el mar y la costa de Taiji se tiñen de rojo con la sangre de más de 20,000 delfines.

Utilizando tecnología desarrollada por los propios realizadores y provista por la empresa de efectos especiales Industrial Light and Magic, Louie Psihoyos y su equipo logran captar por primera vez en la historia los horrores que se vienen cometiendo en Taiji por siglos. Horrores que sus perpetradores insisten en llamar “tradición” y no como lo que verdaderamente es, una de las demostraciones más crueles del hombre como depredador, fruto de la ambición y el deseo de lucro a toda costa.

The Cove se divide en tres líneas narrativas paralelas. La primera es la exploración de la industria de los delfines en cautivero de la mano de Ric O'Barry, el hombre que sin proponérselo ayudó en su creación con su participación en el programa de televisión Flipper, el principal responsable en establecer la imagen que tenemos de los delfines como criaturas amigables que viven felices en cautiverio siendo manipulados por el hombre para su entretenimiento. Por momentos resulta difícil simpatizar con  O'Barry al ver que peca de los mismos errores que cometen otros activistas extremistas y que rayan en el terrorismo como los miembros de PETA, pero es innegable sentirse identificado con un hombre consumido por la culpa, y que ha dedicado más de 30 años de su vida a enmendar un error del que se siente responsable.

La segunda nos presenta la comunidad de Taiji, la manera contradictoria en la que rinden culto a la imagen de los delfines y a la vez contribuyen en su destrucción como especie, y la tercera, la más interesante y emocionante de todas, consiste en la conformación del equipo de expertos marinos que Louie Psihoyos reúne, para que con la ayuda de equipos colocados en secreto como en la mejor película de espías, por fin mostrar al mundo la verdad de lo que sucede en Taiji.

Con la unión de estos tres hilos, Louie Psihoyos y su equipo han logrado con The Cove una auténtica llamada a la acción. Su logro no ha sido sólo la creación de un espectáculo audiovisual contundente que provoca una reacción visceral en quien lo ve, sino la creación de una prueba irrefutable que finlamente incite a la ONU y a la Internacional Whaling Commission a tomar acciones concretas contra Japón y cualquier otra nación que abuse de nuestros recursos naturales escudándose en “tradiciones” que debieron ser superadas hace tiempo.

Los avances en conocimiento y tecnología que hemos experimentado en el último siglo deberían servir para hacernos más humanos, más compasivos hacia nuestros semejantes y nuestro medio ambiente, no lo contrario.

The Cove es una maravilla que hace veinte o treinta años hubiese parecido imposible que se lograra. Como se observa con la llegada furtiva de Ric O'Barry a la reunión más reciente de los burócratas encargados de proteger nuestra tierra, hombre y tecnología han logrado convertirse en uno mismo para entregar un mensaje urgente que debe ser visto y escuchado.

 

Heroes – David Bowie

 

The Cove se presenta hoy a las 5:00pm en la Biblioteca de la UASD, y el viernes 20 a las 4:00pm en el CURA de Puerto Plata.

Para conocer más sobre la causa de Ric O’Barry y otros ambientalistas en pro de la preservación de la biodiversidad marina, pueden visitar Save Japan Dolphins y Oceanic Preservation Society.

 

*La Academia anunció ayer los quince documentales pre-seleccionados para optar por una de las cinco nominaciones  al Oscar por Mejor Documental. Tanto The Cove como Sergio han sido elegidos.

Wednesday, November 18, 2009

III Festival de Cine Global Dominicano - II

Los Abrazos Rotos

Dir. Pedro Almodóvar, 2009 | España

Los Abrazos Rotos Notorious
Penélope y José Luis Gómez  a lo Ingrid Bergman y Cary Grant en el final de Notorious de Alfred Hitchcock, una de
las tantas películas a las que Almodóvar homenajea visual y temáticamente.
 

Me siento abandonado en el desierto.

Todos los que conozco que han visto Los Abrazos Rotos –incluyendo fanáticos de Almodóvar y personas a quienes respeto y cuyas opiniones tengo en alta estima- la odian, la llaman aburrida, cansina, sin sentido, su peor película, la obra de un director al tope de su egolatría masturbándose grotescamente en pantalla en nombre de su propia grandeza, entre otras bellezas.

Luego de una tercera visión la sigo llamando la película más madura del realizador manchego, la más impredecible, en la que mejor uso hace de sus referencias, en la que mejor recicla y reusa sus ideas y obsesiones ya harto conocidas, en la que mejor plantea la forma en la que el cine y su historia y sus estrellas han moldeado y siguen moldeando su propio cine y su estilo, la segunda mejor [la primera sigue siento Todo Sobre Mi Madre, por supuesto] en la que declara de forma enfática su amor por las actrices y por las actrices que hacen de actrices en el cine, la que mejor demuestra que el cine es un reflejo de todas las artes, de la alegría, del miedo, de los sueños, y la forma en la que el cine es un reflejo del propio cine. En fin, que es una película a la que sigo llamando extraordinaria y una de las mejores del año.

Nuevamente, pésele a quien le pese, el puesto de Almodóvar junto a Buñuel, Berlanga y Saura como EL autor español se mantiene inamovible.

Mi primera impresión desde que la ví por primera vez en marzo cuando se estrenó en España se mantiene. Para leer lo que escribí de ella mientras estuve en Cannes, ir aquí.

 

Los Abrazos Rotos es una película que demanda ser vista en el cine, así que no desaprovechen la oportunidad. Se presenta mañana jueves 19 a las 7:00pm en la Sala Principal del Teatro Nacional, el sábado 21 a las 9:30pm en el Palacio del Cine de la Avenida Venezuela, y el lunes 23 a las 7:00pm en la Cinemateca Dominicana.

 

Los Abrazos Rotos - Alberto Iglesias

Tuesday, November 17, 2009

III Festival de Cine Global Dominicano - I

Sergio

Dir. Greg Barker, 2009 | EEUU

Sergio Vieira de Mello

Soy de los que siempre ha pensado que la ONU ha sido una organización fallida desde sus mismos inicios. La diplomacia sin acción eficaz sirve de muy poco.

Sus intenciones  podrán ser las mejores, pero el refrán aquel que dice que de buenas intenciones está hecho el camino del infierno parece hecho a la medida para esta organización.

Desde su activa participación en la creación del Estado de Israel, pasando por su falta de acción concreta en los genocidios de países como Ruanda, la poca efectividad del trabajo de mediación que realizan para paliar los horrores que se comenten actualmente en Sierra Leone y Darfur, hasta llegar a la actual guerra de Iraq, el rol de la ONU como ente mediador y pacifista parece supeditado a los lineamientos de las grandes potencias, que a fin de cuentas son quienes la controlan, y de gente sin escrúpulos como George W. Bush, Donald Rumsfeld, Condoleezza Rice y Tony Blair. En fin, que la ONU es una utopía.

A pesar de todo esto, el conocer la historia de un hombre como Sergio Vieira de Mello, el tipo de individuo que aún trabajando para el sistema logra hacer una diferencia tangible y dejar una marca indeleble, hace reconsiderar las cosas.

Utilizando como inspiración la biografía Chasing the Flame autoría de Samantha Power, el director Greg Barker nos presenta parte de la obra y la trágica muerte de un hombre que según sus colegas y los que le conocían era una combinación de James Bond y Bobby Kennedy, carismático, un líder nato que podía hacerse presente en cualquier conflicto y tomar el control y hacerlo parecer fácil y natural.

Con una carrera de más de 30 años dentro de la ONU, Condoleezza Rice y Tony Blair -dos personas que NADA tendrían que ver con la toma de decisiones de un organismo alegadamente independiente y soberano- le convencen de encabezar el cuerpo diplomático de la organización en Bagdad por cuatro meses. Su presencia allí  buscaba alcanzar los mismos resultados que había logrado en naciones como Camboya y Timor Oriental, donde utilizando una diplomacia verdaderamente activa y pragmática, logró mediar entre gobierno e insurgentes y conseguir la paz, convirtiéndolo en la figura más emblemática y reconocida de la ONU mundialmente.

Alguien así, visto como la cara de la ONU ante el mundo, se convierte en un blanco puntual para organizaciones como Al Qaeda. Como se observa en el documental, el propio Osama Bin Landen instruyó a sus seguidores a atacar a la ONU y sus miembros, los cuáles según él “representan los intereses de Estados Unidos en Medio Oriente”. La activa participación de Vieira de Mello en la independización y separación de Timor Oriental de Indonesia, el país musulmán más grande del mundo, lo convertía en una figura aún más clave para Al Qaeda.

El 19 de agosto del 2003, la sede de la ONU en Badgad fue atacada por un coche bomba en el que murieron 22 personas, incluyendo el objetivo principal del atentado: Sergio Vieira de Mello.

Greg Barker construye su narrativa en dos hilos paralelos que se entrecruzan constantemente: conocer la figura de Vieira de Mello a través de las opiniones de sus amigos, relacionados y material de archivo de su trabajo por todo el mundo, y la crónica de lo ocurrido el día del atentado, con los testimonios de los dos soldados norteamericanos que trabajaron por horas para rescatarlo.

El tono de “procedural”, en el que Barker nos presenta paso a paso lo ocurrido en el fatídico día, incluyendo la excelente recreación dramatizada por parte de los dos soldados de lo ocurrido en sus esfuerzos de rescate, da un ritmo vertiginoso y trepidante a una historia que de por sí es interesantísima, manteniendo nuestra atención cautiva por 90 minutos.

Ya conocía algunos detalles de la obra de Sergio Vieira de Mello gracias a otro magnífico documental del cual había hablado anteriormente llamado No End in Sight, pero aquí su historia de vida y su obra son presentadas de forma tan fascinante, que es imposible no terminar profundamente conmovidos por el final tan trágico de una vida tan valiosa.

Resulta difícil de creer y a la vez enfurecedor enterarse de que ni la mayor potencia mundial ni un organismo como la ONU disponen de los recursos necesarios o la logística adecuada para hacer frente a situaciones como este atentado. El saber que en cuatro horas de agonía ni siquiera una simple pala pudo conseguirse para remover los escombros que cubrían a dos hombres. Si ni la vida de alguien como Sergio Vieira de Mello amerita acción pronta y diligente, qué podrá ser de las del resto de los que luchan en una guerra sin sentido.

Si de algo sirve este documento, es para demostrar como lo hace magistralmente The Hurt Locker que en Iraq, y me permito el atrevimiento de citarme, “…las tropas son escasas, con una carga de trabajo mayor de la que pueden soportar, que no cuentan con los recursos suficientes, y más que todo, que están con el agua hasta el cuello de una manera que los que se encuentran en la Casa Blanca moviendo los hilos [incluyendo al ilustre ganador del Premio Nobel de la Paz] no parecen comprender.”

El mensaje de Sergio, como era llamado sin distinción por todo el que le conocía, es claro y Barker afortunadamente decide terminar la película con sus palabras: “Sé un hombre de reflexión, pero sé también un hombre de acción”.

La diplomacia se ejecuta lanzándose a la acción, acercándose a los necesitados, escuchando y entendiendo sus problemas, ayudándoles sin dejar de respetar su dignidad, no en un enorme salón teorizando sin fin.

 

Sergio se presentó hoy en la Sala Principal del Teatro Nacional, y se repite mañana miércoles 18 a las 10:00am en el CURNA de Nagua, y el viernes 20 a las 10:00am en la sede del CURSA en Santiago.

Producida por HBO films, también se presentará en la programación regular de los canales de HBO a finales de año.

Star Trek [J.J. Abrams, 2009]

Star Trek Sperm

To boldly go…

La esencia de este reboot de una franquicia cansada y alicaída, que muchos daban como terminada, queda definida a la perfección en la imagen de arriba: un grupo de aventureros jóvenes buscando su lugar en un universo tan inmenso, tan brillante y lleno de posibilidades, que los hace parecer diminutas células en un océano sin fin. Me hace recordar aquella famosa imagen tomada por el Voyager 1 del planeta  tierra desde el espacio, con la que Carl Sagan se refirió a nosotros como “una partícula de polvo suspendida en un haz de luz”.

Los tripulantes de la famosa nave USS Enterprise son un grupo de personas boldly going [como decía la voz en off de la serie original] a los lugares donde ningún hombre había llegado antes.

Siempre escuché decir que igual que como se era fan de Los Beatles o Los Rolling Stones, igual se era de Star Trek o de Star Wars. Personalmente caería en el segundo grupo [también de Los Stones], porque en aquel entonces Star Trek y toda su filosofía y mitología “pensante” me ponían a dormir. Mi experiencia con Stark Trek se limita a un par de episodios de The Next Generation de los que se ven por inercia o con la televisión puesta de fondo mientras se está cenando, al episodio de la serie original considerado como EL episodio definitivo [The City on the Edge of Forever], y claro está, como cualquier niño hijo de los 80, a la película más famosa y celebrada de todas las de la saga - Star Trek: The Wrath of Khan [Khaaaaaan].

Star Trek apareció en la televisión norteamericana al mismo tiempo que la carrera espacial alcanzaba su cúspide colocando al hombre en la luna. Su creador Gene Roddenberry nos presentaba una visión idealista sobre el deseo del hombre por conquistar el espacio, un deseo inspirado por la sed de conocimiento, la curiosidad innata del ser humano, el desafío que representaba llegar a lugares donde nadie había llegado antes, y, contrario a las conquistas que ha hecho el hombre a lo largo de la historia en su propia tierra a base de lucha y sangre, hacerlo todo en el marco de la paz y la confraternidad entre los propios hombres y las especies extraterrestres. Qué lindo.

Quizás por eso Star Trek nunca alcanzó el mismo grado de popularidad masiva que Star Wars, y se quedó siendo objeto de culto para los Trekkies. Roddenberry se basó en crear un universo donde la inteligencia y la filosofía se colocaban por encima de la fuerza bruta y el espectáculo, donde las aventuras tenían como propósito dejar una lección en cada episodio, casi siempre sobre los prejuicios que aquejaban a la sociedad norteamericana en el marco de una era llena de cambios – el movimiento feminista en pleno apogeo, la anti-segregación y  la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, y la necesidad de armonía entre todos. Roddenberry proponía un nuevo orden mundial de entendimiento y paz a través de la ciencia y la tecnología: el final frontier que anhelaba que la humanidad alcanzara no era el de las galaxias desconocidas, sino el de la paz.

Star Trek 2

En un época en que los reboots están de moda y tienen enorme éxito, en que James Bond y Batman han tenido que perder su sentido del humor para ser tomados en serio, resulta un tanto irónico que para que las masas abrazaran y tomaran en serio a Star Trek, el director J.J. Abrams y su equipo tuvieran que hacer todo lo contrario – despojar al material de su carácter “cerebral”, tomarse las cosas con menos seriedad, y convertirlo en una ópera espacial colorida y divertida. Es refrescante ver un material pulpy ejecutado con tal elegancia, con gracia sin caer en la autoparodia.

Si hay algo de lo que peca Star Trek es del entusiasmo desbordante de su director J.J. Abrams [un geek confeso] por lo que está haciendo, actuando como un niño con juguete nuevo que ve su sueño hecho realidad. Esto se hace más que evidente en un par de elecciones visuales, como el exceso distrayente de destellos de luz en el lente de la cámara, como queriendo decirnos que este es un mundo tan rutilante y lleno de posibilidades que hasta en lugares donde no hay ventanas la luz del espacio lo irradia todo.

Pero eso es un mal menor si lo comparamos con que logra con éxito su mayor reto: mantanerse fiel a un grupo de personajes icónicos ya establecidos en las mentes de millones de fanáticos, y al mismo tiempo tratar de sacarlos del molde en que esos mismos fanáticos quisieran mantenerlos siempre, para reinventarlos y presentarlos de una forma fresca a una nueva generación.

Como es costumbre en casi todos los blockbusters veraniegos, la historia, obra de los infames Alex Kurtzman y Roberto Orci, es un disparate sin pies ni cabeza que no soporta el escrutinio más simple, con un argumento con más huecos que un colador, pero no importa. Alfred Hitchcock hablaba que este tipo de huecos debían disfrazarse de forma tal que la audiencia no los notara ni pensara en ellos mientras veía la película. Llamaba a estos momentos de reconocimiento tardío “Fridge Moments”, pues generalmente su inverosimilidad se hacía evidente al espectador momentos más tarde, por ejemplo mientras buscaba una merienda en el refrigerador.

Digo que no importa, porque si bien este guión es un ejemplo de algo tan malo, también es otro ejemplo perfecto de algo mucho más importante para este tipo de cine: Estructura. Aquí nos encontramos con el balance perfecto de exposición, desarrollo, presentación de personajes [algo complicado para una historia que debe establecer a tantos de ellos], dosis correcta de acción-humor, altos y bajos,  que hacen de esta película un verdadero espectáculo y un modelo a seguir para el arquetipo de blockbuster veraniego.

Los momentos de acción delirante suceden en el contexto de personajes y situaciones bien desarrollados, y a diferencia de otras películas sin nada que ofrecer más que cháchara y efectos especiales [véase Transformers 2],  la verdadera emoción no se encuentra en esos momentos de acción, sino en aquellos en que la interacción y la química entre los personajes es el foco de atención. Llegar a conocer a cada uno de estos personajes y la forma en que se relacionan entre ellos, cómo crecen y evolucionan es un verdadero placer.

Películas como Star Trek nos recuerdan la emoción de ir al cine, el entusiasmo y la exaltación que puede causar ver en una sala oscura una historia contada como debe ser. La confirmación de que cuando Hollywood utiliza la enorme cantidad de recursos monetarios y de talento de los que dispone de la forma correcta se pueden dar pequeños milagros. ¿Qué otra cosa se puede pedir?

Star Trek 3

Enterprising Young Men - Michael Giacchino

Thursday, November 12, 2009

The Hurt Locker [Kathryn Bigelow, 2009]

The Hurt Locker

El caso de Kathryn Bigelow es curioso.

Primero porque es una mujer que dirige cine, de las poquísimas trabajando activamente, y segundo, porque a pesar de ser mujer, se aleja de contemporáneas suyas como Jane Campion y su cine cargado de temas feministas, y en cambio se evidencia obsesionada por la psiquis masculina, algo que desde hace mucho le ha ganado comparaciones con directores muy asociados con ese tema, como Sam Peckinpah o Sam Fuller.

Si las películas son reflejos -intencionales o no- de sus realizadores, no es de extrañar que alguien como Bigelow fuera esposa y colaboradora creativa de un hombre de sensibilidades tan afines pero dispares a las suyas como James Cameron, un director cuya obra esta repleta de personajes femeninos que llevan los pantalones y las de ganar [Aliens, Terminator y Terminator 2, y hasta Titanic].

Similar a los protagonistas de Michael Mann, otro director con el que comparte mucho en forma y fondo, los personajes de Bigelow son los mejores en lo que hacen, y por ello parecen llevar el peso del mundo en sus hombros, ya sean surfistas de día y criminales de noche [Point Break], policías futuristas [Strange Days], o, como en este caso, el mejor desmantelador de explosivos.

Saliendo de un semi-retiro forzado provocado en parte por el enorme fracaso de su fallida K-19: The Widowmaker, Bigelow regresa más madura y más segura con la mejor película de su carrera: The Hurt Locker. Luego de permanecer enlatada casi un año a pesar de su exitosa presentación en la Mostra de Venecia del año pasado, la película finalmente vio la luz este año.

Kathryn Bigelow Kathryn Bigelow

The Hurt Locker es un retrato cercano y con un enfoque muy específico sobre ciertas particularidades de la guerra y el combate, que debe mucho a otras películas de guerra como Apocalypse Now  [sin la teatralidad y la grandilocuencia, nada malo en ello] y The Thin Red Line [sin el liricismo emblemático de Terrence Malick, tampoco nada malo en ello].

Lo que separa a The Hurt Locker de entre tantas y tantas películas sobre la guerra de Iraq que han visto la luz recientemente [fallidas casi todas], es su intencional desinterés de discutir o exponer una tesis sobre las razones y políticas detrás del conflito iraquí. El enfoque aquí es seguir a tres soldados cuya misión es sobrevivir el día a día, es una historia sobre la guerra desde el mismo campo de batalla, no desde una oficina en Washington. Es una película sobre el caos, la confusión, la confianza que hay que depositar en los compañeros en armas, y más que todo, sobre la futilidad de la guerra.

Aquí el heroísmo y el coraje son retratados no como cualidades suprahumanas o como la ausencia total del miedo, sino como una resistencia especial, como un desafío al miedo en el momento en que se encara. El escuadrón elite de desmantelamiento de explosivos en que se enfoca The Hurt Locker es muy especial, estos son hombres que han elegido por convicción propia la que es quizás la profesión más peligrosa del mundo, sacrificándose cada día para salvar miles de vidas desarmando artefactos que nunca debieron existir en primer lugar.

Lo que Bigelow logra con éxito rotundo como directora y Mark Boal como guionista es explotar la que en mi opinión es la mayor cualidad del cine como forma artística – adentranos en un mundo desconocido, lograr con pericia que entendamos las reglas de este mundo, la manera en que funciona y los individuos que lo habitan, y que como audiencia nos permitamos por un par de hora ponernos en el lugar de estos personajes y nos sintamos parte de este mundo. 

Las comparaciones con directores como Fuller y Peckinpah no son gratuitas, una de las principales características de estos dos autores seminales se encuentra en toda la obra de Kathryn Bigelow desde sus inicios – los set-pieces de acción son un excelente vehículo para desarrollar y revelar los carácteres de sus personajes. A diferencia de lo que sucede con el 99% del cine de acción chatarra que sale de Hollywood cada año, Bigelow entiende perfectamente que acción y desarrollo de personajes no son dos conceptos mutuamente excluyentes.

A la sensación de “estar ahí” se suma la enorme tensión que permea toda la película, y que Bigelow sabe aprovechar y explotar al máximo, especialmente en las secuencias en las que el equipo se dirige a desactivar uno de los tantos artefactos que deben desmantelar cada día. La tensión se deriva también de la conciencia que tienen los soldados de su propia mortalidad, “Si estás en Iraq, ya estás muerto” dice el Sargento Sanborn en un momento. Todos saben que en cualquier instante pueden morir y que estar vivo es cuestión de suerte.

Si bien Bigelow se abstiene de hacerse la pregunta que se han hecho todas las película sobre Iraq hasta ahora [“¿Qué hacemos aquí?”], la película no es enteramente apolítica, y en numerosas escenas nos deja claras varias cosas: que las tropas son escasas, con una carga de trabajo mayor de la que pueden soportar, que no cuentan con los recursos suficientes, y más que todo, que están con el agua hasta el cuello de una manera que los que se encuentran en la Casa Blanca moviendo los hilos [incluyendo al ilustre ganador del Premio Nobel de la Paz] no parecen comprender.

The Hurt Locker 2

Un “locker” es un armario donde los soldados colocan sus posesiones, y la guerra tiene el poder de convertir a todos los que luchan inútilmente en ella precisamente en armarios, en entes estandarizados, iguales entre sí en apariencia y en actitud, en simples números. Dentro de cada armario hay un dolor como ningún otro: ya sea el de extrañar a la familia que se encuentra lejos, o la que nunca se tuvo el chance de comenzar, los compañeros entrañables perdidos en combate, y hasta anhelo de la simplicidad que ofrece una vida regular. La guerra se encarga de manufacturar estos armarios, tanto el diseño exterior como el bagaje emocional que se esconde dentro.

La guerra convierte a un hombre de decisión en un autómata que aunque su día a día depende de tomar las decisiones correctas, irónicamente no puede ni elegir una marca de cereal, como tampoco puede sostener una conversación con una esposa a la que ya ni conoce y un hijo al que no puede hablar de otra cosa que no sea de sus experiencias en combate. Lo convierte en un extraño en su propio hogar y su propia tierra. El combate es la única vida que conoce.

En Platoon, Oliver Stone aseguraba que la primera víctima de la guerra era la inocencia, y aquello nunca se había observado más cierto que en The Hurt Locker. ¿Qué efecto tan destructivo, tan deshumanizante puede alcanzar a tener la guerra sobre la mente de un ser humano para llegar a convertirse en adicto a ella?

The Hurt Locker es una de las mejores películas del año, y los nombres de Kathryn Bigelow y especialmente el de Jeremy Renner, cuya soberbia actuación es el eje moral y emocional de la historia que Bigelow urde alrededor de su figura, los escucharemos una y otra vez mientras la temporada de premios se acerca.

Wednesday, November 11, 2009

Robert Ryan: Felíz 100

Robert Ryan

Llamar a Robert Ryan un “character actor” sería injusto, pero la realidad es que nunca alcanzó el status de superestrella.

Tanto o más talentoso que Gary Cooper, y con tanto carácter y presencia en pantalla como William Holden -dos de sus contemporáneos con los que resultaría más fácil compararlo- Ryan nunca llegó a la altura de aquellos dos.

Las caras más reconocidas de Robert Ryan en la pantalla eran dos: la representación misma del “Reluctant Hero”, como el policía violento y combativo de la obra maestra del cine negro On Dangerous Ground o el boxeador fracasado de The Set-Up, y el villano despreciable de Caught o The Naked Spur.

Pero encasillar a Ryan en dos tipos de personajes también sería injusto, porque dentro de estos dos arquetipos supo desarrollar una versatilidad poco vista en una época en la que más que actores, lo que se buscaba era presencias, carácteres que comandaran la pantalla con sólo aparecer en ella, por eso Ryan se asoció a directores que rompían con los esquemas del “studio system” como Fred Zinnemann, Anthony Mann y Nicholas Ray, con quien trabajó cuatro veces, y quien fuera sin dudas el realizador que mejor lo conocía como interprete y quien mejor supo explotar sus cualidades.

Robert Ryan 2

El reciente redescubrimiento y popularidad de la que goza el cine negro por parte de las nuevas generaciones, y con ello la fascinación que generan sus figuras más representativas, ha motivado una merecida actitud revisionista ante la figura y la obra de actores como Robert Ryan.

Cuando Ryan se expone ante la cámara vulnerable, lleno de ansiedades debajo de su dureza en películas como las mencionadas On Dangerous Ground, The Set Up o Born to be Bad, es imposible no ver su rastro en figuras futuras como Robert De Niro, Al Pacino o Gene Hackman, y la influencia en actores “alma torturada” como Daniel Day Lewis o Gary Oldman. El legado de Ryan es enorme y ya es hora de que su nombre se mencione y discuta con mayor frecuencia y con la reverencia que merece.

Hoy, Robert Ryan, uno de mis actores favoritos de siempre, cumple 100 años, y el cine definitivamente es mejor con su paso por él.

Thursday, November 5, 2009

Paranormal Activity [Oren Peli, 2007]

Paranormal Activity

Cada cierto tiempo aparece una. La última había sido The Blair Witch Project hace precisamente 10 años.

Ahora, Paranormal Activity trasciende de ser lo que comenzó como un esfuerzo improvisado, hecho con $15,000 dólares en menos de una semana, y relegado por dos años al ghetto de los festivales de cine de terror.  Con el apoyo de Steven Spielberg y de una campaña de marketing que debería ser caso de estudio, el boca a boca la ha transformado en ese tipo de película que se convierte en fenómeno y entra en la conciencia y en la cultura popular instantáneamente.

Igual que Blair Witch Project, Paranormal Activity se centra en un gimmick. Uno bastante efectivo.

Micah y Katie viven juntos en una McMansion decorada de la forma más kitsch imaginable. Desde hace unos días viven en constante zozobra no por su mal gusto, sino por una presencia paranormal que hace acto de aparición todas las noches. Katie le revela a Micah que desde pequeña algo extraño la persigue cuando duerme. El espectro no se encuentra atrapado en la casa, sino que persigue a Katie, así que aún si tratasen de mudarse el problema persistiría.

Micah, que es un aficionado a la tecnología, decide dejar su nueva cámara rodando toda lo noche dentro de la habitación y comprobar qué es lo que realmente está sucediendo.

La estructura narrativa es tan sencilla como la puesta en escena en forma de faux documental: Micah y Katie hablan todo el día, se van a la cama, de la medianoche en adelante suceden los “ataques” del ser extraño, y al día siguiente ambos se horrorizan al ver lo que la cámara captó la noche anterior. El agravante es que cada noche los ataques se hacen más frecuentes y violentos, como si la presencia se molestara por la actitud desafiante de sus víctimas.

Alfred Hitchcock le contó a François Truffaut en la serie de entrevistas que dieron forma a su libro de lectura obligatoria “El Cine Según Hitchcock”, que el éxito de películas como Psycho radicaba en que el espectador se identificaba más de lo que desearía con la víctima, llevando el horror a lugares comunes, familiares, en los que nos encontramos “indefensos”, como la ducha. Lo propio hizo Spielberg con la playa en Jaws, y más tarde Wes Craven con los sueños en la primera Nightmare on the Elm Street.

Aquí, el debutante Oren Peli lo hace con el lugar más íntimo, el que se supone es nuestro refugio y donde nos sentimos más seguros pero indefensos una vez caemos en la pasividad del sueño: nuestra habitación.

Aunque por momentos se deja ver claramente que tanto su director y protagonistas son amateurs, Paranormal Activity funciona a pesar de sus problemas y limitaciones. Oren Peli dedica el tiempo necesario al desarrollo de estos dos personajes, a que lleguemos a conocerlos y adentrarnos en su rutina diaria, creando un sentido de familiaridad que hará que como audiencia sintamos empatía y nos identifiquemos con lo que sucederá por las noches. Aquí la meta era crear una atmósfera inquietante, y definitivamente lo logra. Su mayor acierto sin duda es el saber utilizar un espacio y jugar con la percepción de seguridad que viene implícita con él, el terror de sentir que ese espacio personal ha sido violado, invadido sin poder hacer nada al respecto.

Hace un par de días hablaba de Jacques Torneur y la enorme influencia que el cine que hizo junto a Val Lewton tuvo sobre los cánones del cine de terror. La filosofía de Torneur tenía dos vertientes: la expectativa de recibir un gran sobresalto es más angustiante que recibirlo, y que mientras menos se muestra mejor.

Oren Peli toma esta filosofía a pecho: son las 12:45am de la segunda noche, sabemos que algo va a suceder, estamos preparados para ello, pasan 3 agonizantes minutos, se oye un ruido, la puerta de la habitación se mueve tres centímetros y luego regresa a su lugar. Fin.

Y así se repite una y otra vez, al punto de que la conciencia de que la noche se acerca, de que algo nuevo sucederá, algo mucho peor que la noche anterior, se torna asfixiante.

Lo chocante del cine de terror actual da paso al suspenso que genera lo sugerente - unas sábanas que se mueven, una sombra en la puerta, el eco de unos pasos que no se sabe de dónde provienen. Lo que genera la angustia no son cubetas de sangre, sino cosas del día a día con las que cualquiera puede relacionarse, la ansiedad que provoca el saber que no se puede estar seguro ni en su propio hogar.

Aunque ver cine de este tipo en comunidad con una gran audiencia es una experiencia irrepetible, creo que la mejor manera de experimentar en carne propia esta tesis de los efectos que causa la “invasión del espacio personal” es precisamente en nuestro propio espacio, en la soledad de una habitación oscura sin nadie a quien aferrarse.

Su valor como cine es discutible, pero es innegable que el enorme éxito de Paranormal Activity representa una marca importante en la cultura popular, en una era en la que la tendencia es mostrar lo más que se pueda. El público está tan condicionado a recibir un bombardeo de imágenes rápidas, que cualquier cosa que se salga de ese parámetro es ignorada por una generación con el peor déficit de atención que se haya visto jamás.

La permanencia de este tipo de cine podrá ser pasajera, resulta cuesta arriba pensar que se hablará de Paranormal Activity dentro de 30 años como se habla de The Changeling o de Rosemary’s Baby, pero definitivamente es refrescante pensar que la audiencia de hoy todavía se puede permitir el lujo de dejarse asustar por historias de fantasmas que en esencia siguen siendo las mismas desde los tiempos en los que el hombre descubrió que no hay nada más emocionante que una historia bien contada.

III Festival de Cine Global Dominicano

FCGD 

 

 

 

 

 

Con el auspicio de la Fundación Global Democracia y Desarrollo [FUNGLODE], el Festival de Cine Global Dominicano llega a su tercera edición.

Esta entrega, que viendo su programación promete ser la mejor en sus tres años, incluye películas tan notables como La Teta Asustada, ganadora del Oso de Oro en el pasado Festival de Cine de Berlín y candidata de Perú para el próximo Oscar, Los Abrazos Rotos de Almodóvar, la gran película chilena La Nana, el último trabajo de los Dardenne presentado en la Sección Oficial de Cannes el año pasado, Le Silence de Lorna, y el retrasadísimo estreno de Poppy y Happy-Go-Lucky, una de las mejores del año pasado. También documentales como Food Inc, The Cove [una de las mejores películas del año y uno de los mejores documentales que he visto jamás], y películas que esperábamos con ansias, como 500 Days of Summer y el documental sensación en el pasado Festival de Sundance, Sergio, sobre la vida del asesinado embajador de la ONU en Irak, quien fuera uno de los objetos de estudio en otro magnífico documental que incluímos entre las mejores del año en el 2007, No End in Sight.

Pero sin duda, el evento cúspide será la presentación de la recientemente rescatada y restaurada Araya, una de las películas más importantes de la cinematografía latinoamericana que lamentablemente había caído en el olvido por falta de distribución, pero que tiene la distinción de haber ganado ex aequo con nada menos que Hiroshima Mon Amour el premio especial de la crítica internacional en el Festival de Cannes de 1959.

Araya

Del 18 al 22 de noviembre, las proyecciones este año serán en el auditorio de la UASD, el Complejo Mauricio Báez, la Cinemateca Dominicana, el Teatro Nacional, el Palacio del Cine de la Avenida Venezuela y las ramas regionales de la UASD en Santiago, Nagua y Puerto Plata.

A todas esos foros se agrega este año algo que debió hacerse hace mucho en un país como el nuestro, la iniciativa de imitar el Cinema de la Plage que se realiza en Cannes, con la  proyección de películas seleccionadas en las bellísimas playas de CapCana.

DSC03203

 

La programación completa aquí.

Ahí estaremos.

Powered By Blogger