Friday, August 10, 2007

INLAND EMPIRE

"It all starts with ideas. I get an idea and start working on it, shaping it, but it ends up taking a life of its own" - David Lynch.

Para entender o hacer el esfuerzo de entender el cine de David Lynch hay que, entre otras cosas, conocer su proceso de trabajo.

Lynch es un artista que utiliza el celuloide como instrumento para expresar sus sensibilidades y obsesiones. Además de director cinematográfico, también es pintor, escritor, fotógrafo, filósofo y estudioso del Budismo.

A sus 60 años, es uno de los pocos representantes de una especie en extinción en Hollywood - el cineasta verdaderamente independiente. Todavía quedan contados casos de directores como él y como Jim Jarmusch con un NO SE VENDE como estandarte.

"'The world is really changing. Topsy-turvy. I just read that studios are asking artists to lower their fees. This is just the beginning!'' - David Lynch.

La palabra "cine independiente" ha perdido su significado en los últimos años. A cualquier película de bajo presupuesto se le llama independiente sin serlo. Es precisamente por mantener esa independencia que Lynch se dedica a vender en su página oficial desde café marca David Lynch hasta ringtones para celulares, todo con el objetivo de autofinanciar proyectos que ningún estudio de Hollywood o productor de los "independientes" se atrevería a apoyar. Proyectos como INLAND EMPIRE. Todo en mayúsculas a insistencia suya.

Con un par de excepciones como The Straight Story, el cine de Lynch podría definirse como cubista - un conjunto de ideas encontradas, desorganizadas si se quiere, que aunque a la primera impresión se crea que no tienen mucho sentido, si se hace el esfuerzo de mirar más allá, todas las piezas comienzan a encajar perfectamente.

Pero INLAND EMPIRE creo que es más Jackson Pollock que Picasso.

"'The film is a reflection of David's love for old Hollywood, and coming to terms with the death of what Hollywood represents for him, too. It's a new day. For David, for film, for all of us.'' - Laura Dern.

Al igual que Mulholland Drive, la mejor película de Lynch y la mejor película de los últimos 10 años, INLAND EMPIRE inició como un experimento.

En este caso, las ganas de experimentar surgieron cuando Lynch comenzó a jugar con su nueva cámara de video digital y a idear escenas.

Luego de llamar a su amiga Laura Dern y escribir y rodar una escena como experimento, se dió cuenta que su idea estaba tomando vida propia. Una escena como ensayo llevó a otra y luego a otra, al punto de que había material suficiente y coherente temáticamente [de nuevo, coherente según Lynch] para hacer una película.

INLAND EMPIRE inicia con Nikki Grace [Laura Dern], una actriz de poco renombre que está a la espera de saber si consiguió el rol principal en un importante proyecto. Durante su espera, recibe en su elegante casa de Beverly Hills la visita de su extrañísima nueva vecina, una polaca que con un tono por demás ominoso le comenta una historia más extraña todavía sobre niños y niñas perdidas.

A partir de ahí, comienza el viaje por un laberinto en el que el expectador sigue a Nikki durante el rodaje de la película On High in Blue Tomorrows, un melodrama de infidelidades y esposas abnegadas, que resulta ser un remake de una película polaca que nunca se terminó, y que aparentemente traerá una maldición al rodaje de esta nueva versión.

Mientras progresa el rodaje de la película, el constante cambio entre realidad y ficción crea dentro de Nikki y el espectador una confusión en la que no sabe qué es real y qué no.

Lynch aprovecha esto para deconstruir a Nikki y presentar numerosas variantes de ella y de Susan, el personaje que interpreta en la película dentro de la película - la ama de casa, la infiel, la prostituta, la neurótica, la abusada, pero ¿quién es Susan y quién es Nikki?, al margen de esto también nos encontramos en un aparente universo paralelo donde habita una mujer que llora constantemente, ¿será posible que ni Nikki ni Susan sean reales, y ambas sean una proyección de esa mujer?

Esa sería una teoría que encajaría perfectamente dentro del canon Lynchenesco. En Mulholland Drive ya exploró ese tema de la necesidad del ser humano de ESCAPAR cuando su mente ya no puede soportar más. Transformarse en alguien más para tratar de escapar de una realidad agobiante.

El uso deliberado que Lynch hace del video en lugar del resplandeciente celuloide ayuda a crear esta realidad-pesadilla fea, estéril y angustiante.

De la misma forma en que juega con Nikki y Susan, Lynch también experimenta con el transcurso del tiempo y nos hace preguntarnos si lo que está sucediendo ahora ya sucedió. Parece casi una tesis de que la vida no es más que un loop constante de eventos sin relación alguna.

El cambio entre la vida real y la película dentro de la película se hace cada vez más confuso. Aunque al principio parece ser un melodrama de amores idílicos, On High in Blue Tomorrows se convierte en un mundo bizarro en donde paralelamente se suceden hechos como que Susan vive dentro de una casa modesta en la que de la nada se aparecen prostitutas que bailan Do The Locomotion, se hacen flashbacks a Polonia en los años 30 y vemos a 3 conejos gigantes viendo un programa de televisión con risas grabadas.

A Lynch no le interesa la narrativa tradicional de incio, desarrollo y final. Lo suyo es crear setpieces temáticos que unidos crean un mood. Sus personajes y las situaciones aparentemente random que viven son el instrumento para crear esa atmósfera. Y funciona.

INLAND EMPIRE es una obra estimulante. Lynch quiere volver al tiempo en el que el cine era interactivo, en que luego de salir de la sala, la gente se reunía a discutir lo que había visto, a compartir sus interpretaciones.

Como Mulholland Drive, Wild at Heart o Lost Highway, esto no es cine complaciente o de escape, esto es para pensar, digerir despacio y ver una vez más.

Manohla Dargis, crítica de cine del The New York Times, dice que INLAND EMPIRE no es una película hecha para amarse, sino para observarse, descifrarse, hasta que extraigamos su esencia. No es un ejercicio sencillo.

La alegoría budista está presente en toda la filmografía de Lynch, y esta no es la excepción. El final, donde al parecer Nikki llega a su "Nirvana" o su "Blue Tomorrow", es inolvidable.

Esta es una película que se quedará conmigo por mucho tiempo.

Mi Top 10 del 2006 actualizado.

I'm reading: INLAND EMPIRETweet this!

No comments:

Powered By Blogger