Thursday, August 2, 2007

Yippee Ki Yay, Motherfucker - Vol. IV

"You're a Timex watch in a digital world."

Me parece que ese es el quote exacto que dice el "ciberterrorista" Thomas Gabriel a John McClane en un momento de esta Live Free or Die Hard.

Es precisamente eso lo que pretenden los escritores, el director Len Wiseman y el mismo Bruce Willis demostrar en esta película: En una era llena de tecnología, gadgets de todos los tipos y armas de todos los tamaños, el anticuado John McClane todavía importa.

Cada género tiene una representante que lo define. Die Hard ES el cine de acción.

A casi 20 años de su estreno, Die Hard continúa siendo el blueprint a seguir cuando de hacer una película de acción se trata, y John McClane el reluctant hero atrapado en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Las dos secuelas fueron esfuerzos aceptables con uno que otro momento destacable, pero nunca pudieron igualar a la primera.

Esta cuarta edición es lo más cercano, pero a pesar del esfuerzo, nunca gets quite there.

En esta ocasión, McClane está más viejo, sin cabello y con menos paciencia que antes, enfrentándose a terroristas electrónicos que tratan de desestabilizar a los Estados Unidos durante la celebración del 4 de julio, hackeando desde el sistema de tránsito hasta el suministro de energía eléctrica.

El primer acto de la película, donde nos encontramos nuevamente con McClane, conocemos a su nuevo sidekick y vemos el principio del caos provocado por los terroristas, es increíble. La acción no para, y es ayudada por una muy buena fotografía y una edición que no deja respirar a la audiencia.

Este primer acto es tan trepidante, que el expectador no tiene tiempo de pensar en lo absurda que es la historia y en todos los huecos argumentales que tiene, igual que en la variedad de golpes y porrazos que McClane recibe, todo para levantarse tan campante como que nada sucedió.

El que va a ver una película como esta sabe que tiene que dejar su cerebro en la puerta y apretar su botón interno de suspend disbelief.

A pesar de esto, un buen director debe saber que ese suspend disbelief no es una carta blanca para poner a su héroe a hacer literalmente cualquier cosa y que al público no le importe, y es este el que creo que es el problema que afecta a la película en su último acto - la única forma de igualar o superar las situaciones de acción espectacular que vemos al principio es haciéndolas más increíbles y absurdas, como poner a McClane a sobrevivir explosiones, ataques de asesinos profesionales, esquivar misiles y jugar al gato y al ratón con un avión de guerra.

Puede que la acción de la primera Die Hard llegara por momentos a caer en la exageración, pero nunca al punto de hacernos preguntarnos si McClane es un superhéroe indestructible. Parte del appeal de McClane es su vulnerabilidad, pero aquí eso se va por la ventana.

El otro problema que tengo con la película es que la motivación de Thomas Gabriel para armar todo este lío es poco creíble y la forma en que esa motivación es explicada me huele a lazy screenwriting. La forma en que todos sus secuaces siguen todas sus órdenes sin discutir mientras ven que su país colapsa tampoco se explica.

La interpretación de Timothy Olyphant y su banda de croonies está bien, pero nunca a la altura de Alan Rickman y su Hans Grubber de la primera.

La imagen de Bruce Willis ya está tan asociada con McClane y su forma de interpretarlo es tan natural, que nos hace pensar si en realidad está actuando.

A pesar de sus problemas, quedé gratamente sorprendido. Cuando una película dura más de 10 años en development, el resultado rara vez vale la pena.

Su director Len Wiseman, mejor conocido por Underworld, logra crear una película con un par de momentos emocionantes, que entretiene, pero no más.

¿Era realmente necesario hacer una cuarta parte de una historia y un héroe cansado? Posiblemente que no, pero en una época donde las películas de acción se limitan a ser shows interminables de balazos y persecuciones, encontrarse con un personaje con el que todos los hijos de los 80 crecimos es bienvenido.

Puede que Live Free or Die Hard luzca anémica y sin mucho nuevo que ofrecer frente a películas de acción del nivel de las recientes Casino Royale y The Bourne Supremacy, incluso de algunos episodios de 24 [Jack Bauer es una derivación de John McClane], pero es una forma sumamente entretenida de pasar 2 horas.

I'm reading: Yippee Ki Yay, Motherfucker - Vol. IVTweet this!

3 comments:

DrLacxos said...

bueno......, desde que anunciaron la presentación de esta "secuela" solo me llegó a cabeza: Y bruce willis todavia puede???, pero talvez sea una buena alternativa si no hay mas pelicula que ver en pantalla!.

Guido una pregunta para Usted:

Por qué será que muchos actores viejos quieren seguir (justamente en este año) concluyendo sagas y partes de Películas que ya no tienen la atención que
antes poseían?

Hey en serio hay que ir a ver a Bourne!!!!

Guido said...

Casi siempre es cuestion de ego, como en este caso.

Aunque Bruce Willis diga que era para dar un final mas digno a McClane despues de la decepcion que fue Die Hard with a Vengance, el asunto es que su ultima pelicula [donde el fuera la estrella principal] realmente exitosa [lease que hizo mas de $100 million] fue The Sixth Sense, HACE 8 AÑOS.

Esto fue solamente un intento para el demostrar que a pesar del tiempo y de que esta entrado en años, he's still got it, todavia tiene capacidad de atraer y hacer que la gente vaya a ver una pelicula por que el este en ella, y de cierta manera es cierto eso.

El caso es que salio ganando todo el mundo. El porque demuestra que todavia puede, el estudio porque la pelicula ya ha recaudado mas de $300 million en el mundo entero, y el publico porque sale satisfecho de una pelicula que cumple su cometido.

JLO said...

A mi tambien me gusto con las mismas reservas q dices...

buena nota...

abrazo...

Powered By Blogger