Tuesday, February 17, 2009

The Reader [Stephen Daldry, 2008]

The Reader.jpg

¿Cómo hacer frente al presente, cuando el pasado se encuentra enterrado bajo secretos y los horrores de actos indecibles?

Son pocas las peliculas que se han hecho retratando la Alemania de la post guerra que hayan tenido verdadera trascendencia.

La primera cinta que nos llega a la mente es la obra maestra de Rossellini Alemania Año Cero, en la que se nos mostraba al "enemigo" destruído: una nación desolada y desesperanzada, tanto o más que las que su líder había contruibuído a destruir. Como realizador punta de lanza del Neorrealismo, Rossellini no se caracterizaba por hacer proclamaciones grandilocuentes con su cine, ni siquiera en sus obras más políticamente cargadas que fácilmente se prestarían para ello, como Paisà y Roma, Ciudad Abierta . Su cámara sólo observaba estudiosa y neutral, el juicio quedaba a discreción del público, y es ahí donde se parten las aguas.

En The Reader, dirigida por Stephen Daldry [The Hours, Billy Elliot] nos econtramos con el caso contrario. Una película que pretende fallidamente hacer un profundo pronunciamiento sobre la conciencia colectiva de una generación, sobre el inborrable sentimiento de culpa que arropa a un país y su gente, todo bajo el brillo que otorga una producción de lujo, de esas que parecen hechas expresamente para ganar premios.

Un par de días después de ver la película, la curiosidad de leer la popularísima novela homónima de Bernhard Schlink -en la que se basa más o menos fielmente el guión de David Hare- era demasiado grande.

Es una lectura rápida y entretenida, pero ni la novela ni la película nos convencen ni como cine ni como literatura.

Cuando la base narrativa y emocional de ambas obras pesa sobre una pretensión en teoría tan inspiradora e idealista [pero en este caso en particular igualmente ingenua y disparatada] como el poder de la literatura para sanar heridas y redimir faltas, es imposible no hacer juicios ante las fallas garrafales de tal ambición.

Una de nuestras películas favoritas del año pasado -Atonement - se basaba en un concepto algo parecido y elevaba preguntas similares, pero con resultados muy diferentes. Ayuda el hecho de que las ambiciones de Ian McEwan eran mucho más conservadoras que las de Schlink - Briony Tallis intenta expiar los errores de su niñez con su talento literario, creado una historia en la que los protagonistas de su historia real tengan el final que ella les robó con sus actos. En la presente, el autor utiliza el analfabetismo de una mujer [contrapuesto irónicamente con su inexplicable pasión por la literatura] como metáfora de la "ignorancia" de una nación ante los horrores que se cometían a su alrededor y en su nombre. Vaya.

Hanna Schmitz [Kate Winslet mejor que nunca] se nos presenta como una mujer que se ve empujada a unirse a las filas del SS para esconder un secreto que la avergüenza. Una vergüenza aún mayor que la falta de compasión humana y su complicidad con actos abominables.

Como muchos otros servidores del SS, Schmitz se oculta bajo la excusa de que sólo cumplía con su labor, en la que se incluía aceptar órdenes sin cuestionarlas. Una de las líneas más impactantes de la novela -misma que es utilizada textualmente en la película- es en la que durante uno de los juicios colectivos contra miembros activos del partido Nazi, Hanna defiende su trabajo como guardia de un campo de concentración diciendo que si la gente desobedece las leyes y no hace su trabajo, el caos y la anarquía resultarán como consecuencia. Como repite el veterano Bruno Ganz a sus alumnos en una escena clave, en este tipo de juicios no se juzga sobre la base de lo moralmente correcto, sino de si se cumplió o no con lo que estipulaba la ley.

The Reader nos exige como audiencia hacernos preguntas difíciles sobre el verdadero significado de la culpa y la búsqueda de redención, pero las respuestas que ofrecen tanto la novela como la película no sabría si clasificarlas como ridículamente ingenuas o de plano ofensivas - ¿Eruditismo?

Daldry como director y Hare como guionista no logran superar en la pantalla la mayor falla de la página escrita - nunca logran hacernos comprender el por qué alguien sentiría mayor vergüenza por su analfabetismo que por su responsabilidad en un acto que representa lo peor de la miseria humana. ¿Qué compele a una mujer a actuar y sentir de forma tan divorciada de su condición humana?

Hanna Schmitz es una depredadora nata, que no contenta con su labor en un campo de concentración, también se encargará de extraer toda la inocencia y pureza que tanto desea y necesita de un jóven al que deja convertido en un muerto en vida, atormentado por su fantasma. Pero claro, ambos encontrarán su redención gracias al inenarrable poder de la palabra escrita.

Los propulsores y ejecutantes del Holocausto eran en su mayoría seres humanos comunes y corrientes, con familias, muchos de ellos trabajando para dar de comer a los suyos, por lo que es interesantítima la idea de presentar el mal con un rostro humano para demostrar su cotidianeidad y ayudarnos a comprender cómo se manifiesta, pero The Reader no hace nada con esta idea más que romantizarla y humanizarla tras un affair de verano en el que para una mujer es más importante conocer las obras de Anton Chekhov y las Aventuras de Tin-Tin que admitir sin remordimientos que es un monstruo.

Es una pena que los millones de lectores que convirtieron la novela en un bestseller, y ahora los votantes de la Academia que han atraído una enorme atención a un esfuerzo menor, crean que esta historia tan dispensable en sus dos presentaciones tenga algo realmente sustancial que decir sobre temas de nuestra historia reciente que nunca deberíamos dejar de discutir y estudiar para evitar que se vuelvan a repetir.


Nominada a 5 premios Oscar - Mejor Película, Mejor Director [Stephen Daldry], Mejor Actríz [Kate Winslet], Mejor Guión Adaptado [David Hare], Mejor Cinematografía [Roger Deakins, Chris Menges].

I'm reading: The Reader [Stephen Daldry, 2008]Tweet this!

5 comments:

Wholio said...

Interesante tu critica, Pero de mi parte pienso que es muy buena pelicula con muchas cualidades a destacar. por otro lado las historias tanto en cine como en la literatura hacen una digestion diferente en cada persona a nivel sustancial. La percepcion viaja en 8.

alfonso said...

voy a verla, te comento

Guido said...

whoolio, las cualidades a destacar que tiene esta película [como la fotografía y la musicalización] ya son un given en una producción de este tipo hecha y lanzada para ganar premios, por eso ni me molesto en mencionarlas.

alfonso, por más problemas que tenga con la película, sí creo que vale la pena verla. La actuación de Kate Winslet lo merece.

En breve, Benjamin Button y las predicciones del Oscar.

Karen Batista H. said...

Muy interesante tu critica, acabo de verme la peli y estaba buscando en internet precisamente si esta historia fue real, porque en realidad, queria justificar lo simplista y reduccionista que fue la pelicula...
La verdad es que es una historia muy chocante en muchos sentidos, y creo que tu acabas de hablar del mas importante de ellos..

Solo dire esto: Actuaciones geniales pero historia muy "hollywodense", y en especial frente a la cuestion del holocausto...

Sin nada mas que decir, por la poca experiencia para ciritcar peliculas, solo queria felicitarte por tu articulo

Guido said...

Gracias!

Espero verte por aquí nuevamente.

Powered By Blogger